La Nacion (Costa Rica) - Revista Dominical
LA HISTORIA DETRÁS DEL PROYECTO DE LEY
A partir de sus experiencias como porrista, la diputada Andrea Álvarez presentó una propuesta que pretende atender y prevenir los TCA
Uno de los proyectos de ley presentados en la Asamblea Legislativa en el 2023 puso la mirada en un tema del que, si bien se habla más, aún hay mucho desconocimiento e incomprensión: los Trastornos de la Conducta Alimentaria, mejor conocidos como TCA. La autora es la diputada Andrea Álvarez Marín, quien confió que detrás de la iniciativa hay experiencias personales.
La legisladora liberacionista encuentra necesario que haya una ley que facilite detectar y atender los TCA en la población. Esta propuesta está basada en lo que Álvarez Marín vio y experimentó cuando era adolescente y practicaba porrismo.
La propuesta, que está bajo el expediente número 23.718 y de la que pronto se rendirá un informe en subcomisión (entró a la de asuntos de discapacidad y adulto mayor) pretende dar visibilidad a los TCA, que en el texto de Álvarez se describen como “una de las enfermedades mentales más invisibilizadas, estigmatizadas e incomprendidas”.
“Este tema me interesa porque, en mi época, al deporte del porrismo no se le daba tanta importancia desde ningún sentido. Cuando yo ya había alcanzado cierto nivel, me invitaron a ser asistente de un taller con otro equipo. Durante esa experiencia me pasó que escuché a varias chicas del otro equipo, vomitando en el baño que estaba a la par de donde yo estaba. Yo tenía 14 años. Lo que se me ocurrió fue decirle al entrenador”, recordó la congresista, quien es historiadora y máster en Salud Pública.
La diputada, de 37 años, lamenta que en aquella ocasión el encargado del equipo minimizó el tema. Desde entonces, ella se sintió preocupada.
“Todas teníamos presión de tener un cuerpo determinado. Más allá de esa presión, los TCA no se veían como que eran un problema”, dijo.
Álvarez recuerda otra práctica que generaba mucha tensión entre las porristas.
“Nos pesaban a todos en el entrenamiento, ponían los pesos de cada persona para que todos los vieran. Eso es pésimo, a esas edades y, en cualquier momento de la vida, creo que puede afectarle mucho a las personas”.
PRESIÓN
Andrea Álvarez recordó como en la adolescencia se sentía presionada para que su cuerpo no cambiara. Ella era de las porristas que estaban arriba en la pirámide y cuando tenía 17 años, esperaba verse como las niñas de 13.
“Sentíamos presión de vernos como las (porristas) que venían de la escuela”.
Para lograrlo, dice que cuidaba mucho de su alimentación y que estaba muy pendiente de su apariencia desde los 13 años. Esta atención a su físico empezó cuando, durante la pubertad, su cuerpo empezó a cambiar.
“Eliminé completamente, que para ser franca creo que no era necesario, todo lo que era comida rápida”.
La diputada reconoce que “era muy estricta” y que sus padres, la analista y abogada Nuria Marín y el político Antonio Álvarez Desanti, no le hacían ninguna observación porque la veían feliz practicando un deporte.
“Me encantaba. Era feliz y eso era importante”, dijo, resaltando que solamente era cuidadosa con su alimentación. Hasta el día de hoy, aún cuida que sus comidas sean muy balanceadas.
Reitera cómo la marcó de aquella época de porrismo el enterarse de que había adolescentes que se provocaban el vómito, informarlo y que el entrenador no hiciera nada.
“Me enojó que se viera como algo normal, que no había problema. Que era parte dé. Estaba muy joven, sentí impotencia. La respuesta fue nula. De ese enojo surge el interés de presentar este proyecto de ley”.
PREOCUPACIÓN
Siempre interesada en el tema, Álvarez recuerda que a sus 18 años topó con páginas en internet en las que se promovían la anorexia y la bulimia, dos de los TCA más frecuentes. Allí dice que daban “consejos” para restringir la alimentación.
“Me metí una única vez en mi vida: no me gusta esa cultura, leí que hasta tomar café engordaba. Es contenido que lee gente joven. Ver esa página me enojó mucho. La tesis de mi maestría la hice sobre este tema de estas páginas. Quería entender quiénes acudían a estas páginas y cuán negativo era visitarlas. Es importante que los padres sepan que existen, pues son muy destructivas”.
La diputada señala aspectos importantes relacionados con las TCA, entre ellos, que estas enfermedades, que se presentan tanto en mujeres como en hombres de diferentes edades, se detectan hasta cuando quienes las enfrentan presentan signos físicos muy evidentes, lo que significa que están muy avanzados en el trastorno.
“Alguien tiene que estar demasiado flaco para que detecten el problema”, agregó la legisladora.
Álvarez hace énfasis en lo dañino que puede ser hablar de buscar perder peso, o relacionar la comida con pecar delante de los niños y niñas.
Su proyecto de ley se realizó tomando en cuenta iniciativas similares de países como Argentina, México y España.
“Entre las enfermedades mentales más invisibilizadas está la de los Trastornos de Conducta Alimentaria. Es necesario que tengamos una ley. La anorexia tiene el índice de mortalidad más alto de las enfermedades mentales. No es un tema de vanidad o algo menor” Andrea Álvarez,
diputada