Vendaval del ‘brexit’ barre a Cameron y hunde mercados
Europa insta a Londres a iniciar las negociaciones de ruptura con prontitud Primer ministro británico Cameron se mantendrá en el poder hasta octubre
LONDRES. AFP.- La decisión de los británicos de salir de la Unión Europea (UE) provocó este viernes un terremoto que le costó el cargo al primer ministro, David Cameron, hundió los mercados y dejó en el aire una posible desintegración del Reino Unido.
Los socios europeos lamentaron la decisión e instaron a Londres a empezar cuanto antes las negociaciones de ruptura, para las que hay un plazo prorrogable de dos años.
Es un “golpe a Europa”, dijo la canciller alemana, Ángela Merkel, que invitó al presidente francés, François Hollande; al primer ministro italiano, Matteo Renzi, y al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, a reunirse en Berlín el lunes.
El presidente estadounidense, Barack Obama, que durante la campaña advirtió de que el Reino Unido iría a la cola en las negociaciones comerciales con Washington si dejaba la UE, se mostró más conciliador: “La relación especial entre Estados Unidos y Gran Bretaña es duradera”.
Pero el sismo acabó con Cameron, quien presentó su dimisión poco después de conocerse la victoria del brexit en el referendo del jueves por 52% frente a 48%.
La renuncia del primer ministro se hará efectiva antes del congreso del Partido Conservador, en octubre.
“No sería correcto que yo fuera el capitán que dirigiera el país” luego del voto a favor del abandono del bloque comunitario.
“Hay momentos en que lo correcto es consultar a la gente”, aseguró Cameron, en defensa de su decisión de convocar la consulta popular.
Empero, el político “pasará a la historia como el irresponsable que puso en juego el interés general de Gran Bretaña y de Europa para resolver un problema personal y de partido”, escribió en el diario El País, de España, el expresidente del Gobierno, Felipe González Márquez. Cameron prometió el referendo para ganar las elecciones en el 2015.
El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, conside---
ró “escandaloso” que Cameron espere a octubre para dimitir, y aseguró que este está tomando de “rehén” a todo el continente.
Los ganadores estaban exultantes. Con apenas un diputado en el Parlamento, el líder antieuropeísta Nigel Farage se convirtió en el gran ganador, al haber conseguido centrar la campaña en el tema de la inmigración, donde más le interesaba.
“Ahora tenemos una oportunidad gloriosa para aprobar nuestras leyes y fijar nuestros impuestos”, expuso el conservador Boris Johnson, exalcalde de Londres, que apunta como un posible sustituto de Cameron.
Mercados. Después de conocerse el resultado, las bolsas cayeron en picada, la libra esterlina marcó sus peores registros de los últimos 30 años y los inversores compraban alocadamente deuda alemana, amenazando con una nueva crisis financiera a la maltrecha zona euro.
El Banco de Inglaterra se mostró dispuesto a inyectar inmediatamente 250.000 millones de libras esterlinas en liquidez.
Además, la salida forzará un traslado de miles de ejecutivos de la City de Londres a Fráncfort, París o Dublín.
En juego está el estatuto legal de millones de trabajadores europeos en el Reino Unido, de centenares de miles de jubilados británicos en países como España, Francia o Portugal.
Por otra parte, el resultado de la consulta ilustra un país dividido, con Londres, Escocia e Irlanda del Norte a favor de seguir en la UE, mientras en el norte de Inglaterra y Gales triunfó ampliamente el brexit .
Más de 350.000 personas firmaron una petición para un nuevo referendo, y otra, suscrita por 90.000 personas, reclamaba la independencia de Londres y su mantenimiento en la UE.
En cuanto a los europeos de Londres, tenían dificultades para digerir la victoria del brexit y, sobre todo, el mensaje que algunos creen que esconde: “No son bienvenidos”.
El dominó. España pidió una “soberanía compartida” sobre Gibraltar, a lo que Londres respondió con un rotundo no.
Por su parte, los independentistas escoceses anunciaron el inicio de preparativos legales para un segundo referendo de independencia, y el Sinn Fein irlandés quiere que el Úlster pueda votar para unirse a Irlanda.
Los ultraderechistas de Francia y Holanda reclamaron poder pronunciarse sobre la UE.
Independentistas catalanes estimaron que el brexit y un segundo referendo en Escocia les darían argumentos para reclamar una consulta de secesión de España.