Corre en la sangre
En un encuentro casual con Claudia Barrionuevo, actriz, dramaturga, escritora, guionista y maestra de una de las escuelas de cine más prestigiosas que hay en el país, comentábamos el notable progreso del cine costarricense y recordábamos la época en la que conocíamos todas nuestras películas y a sus creadores, porque los estrenos de filmes nacionales eran acontecimientos aislados.
Pues bien, la producción cinematográfica nacional se ha desarrollado tanto, que ahora resulta difícil mirar todas las obras en ficción y documentales que se exhiben en salas de cine y/o en internet y en redes sociales.
Precisamente, recién se estrenó vía Internet el documental Corre en la sangre.
El filme repasa la trayectoria futbolística de Celso Borges y el legado de Alexandre Borges Guimaraes, su padre y mentor, el querido Guima, quien recaló hace muchísimos años en estas tierras, formó aquí su familia y adquirió nuestra nacionalidad.
Miguel Gómez, director del documental, había incursionado ya en la temática futbolística con el largometraje Italia 90, emotiva recreación del sorpresivo y brillante papel de la Selección Nacional en aquel verano europeo (que representó el debut de la Sele en una Copa Mundial mayor), cuya luz sigue iluminando nuestro historial balompédico.
Corre en la sangre nuestra la simpatía de Celso, muchacho amable y carismático; también los afanes del futbolista, su pensamiento, el círculo de sus afectos y la belleza escénica de La Coruña, España.
Mención especial merece el recurso de los archivos audiovisuales, insumos de los que se sirve el director para construir la biografía de Borges.
El cineasta Gómez utiliza viejas tomas (en cine súper-8 o video, no estoy seguro), captadas por Guimaraes en el ámbito hogareño, con tiernas escenas del niño Celso ataviado de saprissista, de igual manera como, cámara en mano, el mismo Guima había registrado en Italia 90 imágenes que posteriormente enriquecieron la narrativa del largometraje mundialista.
Ademásde invitar alpúblico a observar, vía Internet, el documental Corre en la sangre, vale la pena insistir para que cada quien eternice sus vivencias mediante fotografías, videos y tantos documentos que explican su propia historia.
Porque el pasado es un invaluable álbum familiar que la pátina del tiempo acrisola, en la forja de nuestra identidad.