Sindicatos pagan vallas contra diputados
Grupo Bussco ataca a legisladores que cuestionan salarios
Los gremios aglutinados en el Bloque Unitario Sindical y Social Costarricense (Bussco) acordaron iniciar y financiar una campaña contra los diputados que “hablen mal” de los empleados del sector público.
La ofensiva comenzó el viernes pasado con la colocación de cuatro vallas publicitarias que critican al legislador Mario Redondo, de Alianza Demócrata Cristiana (ADC), en las inmediaciones de la carretera Florencio del Castillo, quecomunica San José con Cartago, ciudad donde reside el diputado.
Sin embargo, la medida alcanzará a los demás congresistas que critiquen los sueldos públicos y que impulsen la aprobación de reformas que pretendan regular los incentivos salariales en el Estado.
Así lo confirmaron Edwin Solano y Gilberto Cascante, presidentes de la Unión Médica Nacional y de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), respectivamente.
Los dos sindicatos están entre las 60 organizaciones que conforman Bussco, un colectivo que agrupa a trabajadores de la salud y educadores.
Según Cascante, la intención es contrarrestar cualquier intento disimulado por privatizar la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
“Podemos estar cambiando las vallas si nos interesa poner a otra figura política (…). Puede ser cualquier otro que tenga una intención de atacarnos con ese combo de leyes en contra del empleo público”, dijo Solano.
Cascante agregó: “El Bloque aprobó que en el momento que alguno de los diputados continuase con la campaña de hablar mal del sector público, nosotros íbamos a empezar una campaña directamente contra ellos, en contra de los diputados que tomasen algún tipo de agresión hacia los trabajadores del sector público. Tenemos dos o tres años de estar siendo atacados drásticamente, de que se nos diga que somos trabajadores de privilegios, que no le producimos nada al Gobierno, que tenemos una serie de abusos salariales, cuando eso no es así”.
La campaña, de momento, está prevista para que dure tres meses y se concentrará en vallas que colocarán en diferentes vías.
Las cuatro contra Redondo están entre Taras y Ochomogo, y costaron unos ¢11 millones.
Según Cascante y Solano, cada organización que integra Bussco colaboró con unos ¢175.000. Presidente de la Unión Médica El primero. La campaña se enfocó inicialmente contra el legislador cartaginés porque él impulsa una reforma a una vieja ley que da a los médicos de la CCSS el privilegio de recibir un aumento salarial extra equivalente al mismo monto en que suban los sueldos de los funcionarios del Gobierno Central. También le achacan sus cuestionamientos a los altos salarios de un sector de profesionales de la Caja.
Es por eso que, en lasvallas, se pueden leer frases como: “En lu- Diputado de Alianza Demócrata Cristiana gar de ayudarnos a conseguir un nuevo hospital para Cartago, el diputado Mario Redondo malgasta su tiempo atacando a los trabajadores públicos, incluyendo a los cartagos”. También citan un versículo de la Biblia, del Evangelio de Mateo, que dice: “Por sus frutos los conoceréis”.
Para Redondo, esta campaña no es más que “terrorismo sindical” y aseguró que no se dejará amedrentar; al contrario, afirmó que su lucha contra los abusos salariales se ha robustecido.