Trump frena apertura hacia Cuba y endurece política
Prohíbe negocios con militares y fija condiciones para viajes a la Isla Mantiene las sanciones hasta que el régimen no libere a los presos políticos
MIAMI, Y LAHABANA. AFP Y AP. - El presidente estadounidense, Donald Trump, endureció ayer la política de su predecesor Barack Obama hacia Cuba, prohibió hacer negocios con los militares en la Isla y prometió apoyar al pueblo cubano en su lucha contra su “brutal” gobierno.
Atendiendo una promesa de campaña, Trump complació al exilio cubano al urgir a LaHabanaa respetar los derechos humanos, pero, en la práctica, los cambios anunciados fueron moderados.
“A partir de ahora, estoy cancelando completamente el acuerdo unilateral con Cuba”, dijo Trump en un teatro en la Pequeña Habana de Miami, al anunciar sus modificaciones en la política deWashington hacia La Habana.
Horas después, el Gobierno cubano calificó las declaraciones como una “retórica hostil” de Trump, mas aseguró que tiene la voluntad de mantener un “diálogo respetuoso” con su vecino. “Nuevamente, el Gobierno de los Estados Unidos recurre a métodos coercitivos del pasado, al adoptar medidas de recrudecimiento del bloqueo, en vigor desde febrero de 1962”, expresó un comunicado.
Y advirtió: “Cualquier estrategia dirigida a cambiar el sistema político, económico y social en Cuba, ya sea la que pretenda lograrlo a través de presiones e imposiciones (...), estará conde- nada al fracaso”.
Principalmente, la nueva política impide cualquier transacción financiera con el Grupo de Administración de Empresas (Gaesa), un conglomerado estatal cuba no que, de acuerdo con Washington, beneficia directamente a altos jefes de las Fuerzas Armadas.
Esta medida presiona a los inversores extranjeros a entenderse directamente con los noveles empresarios en el país antillano.
Sin grandes cambios. Trump fijó también medidas más estrictas para los viajes de los estadounidenses a Cuba, pero las relaciones diplomáticas se mantienen y los cubanos pueden viajar y enviar remesas.
La nueva política no revierte el acercamiento iniciado por Washington yLa Habana en diciembre del 2014, sino que endu- rece sus términos. Sebastián Arcos, director asociado del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida, consideró que “el cambiono es radical. Trump no revirtió la política de Obama, sino que hizo ajustes”. Agregó: “Son ajustes simbólicos, aunque con un componente práctico, que es el de evitar que el dinero vaya a manos del Gobierno (de Raúl Castro)”. El tono del discurso de Trump busca dar la impresión de que la reversión de la política de Obama es más drástica, interpretó Arcos, para quien el presidente, en realidad, “les está tirando un hueso a los cubanos del exilio para que se entretengan”. Trump ganó las elecciones en gran parte gracias al voto de los residentes del estado de Florida, en el que tuvo un papel cru- cial elapoyo de los cubano-estadounidenses.
Se ganó su favor cuando, antes de las elecciones, visitó Miami y prometió dar marcha atrás a la política del entonces mandatario, Barack Obama, quien, según los exiliados cubanos, no fue suficientemente duro al exigir a Cuba un mayor respeto a los derechos humanos.
Uno de los mayores legados políticos del anterior presidente fue la apertura de las relaciones diplomáticas con La Habana a lo largo del 2015.
Desde entonces, Washington ha estado abriendo un incipiente flujo de intercambio comercial y permitió que los estadounidenses viajaran dentro de 12 categorías, ninguna de las cuales incluye el turismo.
Bajo el nuevo Memorándum presidencial de Seguridad Nacional, el Departamento delTesoro auditará tales justificaciones para viajar. Antes, el viajero solo tenía que dar su palabra.