Humedad y polilla se comen cine Variedades
Histórico edificio de 1891 será sometido a adaptación total
El mal estado estructural, la humedad y la polilla consumenel TeatroVariedades, ícono de la historia cinematográfica costarricense. Esto obligará, según el Ministerio de Cultura, a adaptar completamente el edificio para que albergue la Cinemateca Nacional.
El emblemático edificio, ubicado en calle 5, entre avenidas central y primera, conservará su artística fachada y ciertos elementos internos que se rescatarán en la intervención, entre esos, algunos pisos y ornamentos.
El inmueble fue propiedad de la familia Jinesta Urbini hasta diciembre del 2013, cuando Cultura lo compró para instalar ahí la Cinemateca.
Max Valverde, viceministro de esa cartera, explicó que la idea era restaurar el edificio, pero tras inspecciones y estudios técnicos decidieron adaptarlo, construyendo algo nuevo que se apegue a los códigos sísmico y eléctrico del país.
Valverde hizo el anuncio ayer en conferencia de prensa, junto a Óscar Flores, encargado del proyecto de Cinemateca; Marco Castro, de OPB, firma de arquitectos a cargo del anteproyecto, y Diego Van Der Laat, de San José Revés, encargado conceptual de la iniciativa.
“Encontramos que las paredes, hechas con marcos de madera, plywoody láminas de cinc, que las tenía desde un inicio, están muy deterioradas... Por dentro, vimos elementos estructurales carcomidos por las termitas y podridos”, dijo Flores.
Como el Teatro fue declarado patrimonio histórico y arquitectónico de Costa Rica en 1999, cualquier modificación debe tener el aval del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural.
Esta semana, incluso antes del anuncio oficial sobre la Cinemateca, varias voces expresaron escepticismo sobre la iniciativa, entre ellas el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), el cual, con una carta firmada por su presidenta, Ofelia Sanou, pidió cuentas a Patrimonio sobre la intervención del Variedades.
Valverde defendió la decisión y afirmó que la razón de la declaratoria patrimonial respondía, en un 80%, a la fachada, la cual no variará.
“El Teatro tenía balcones, pero los quitaron, no se sabe cuándo, para construir oficinas administrativas. El edificio ha sufrido muchas modificaciones con los años”, resaltó Marco Castro, arquitecto de OPB, firmaque también estuvo relacionada con la polémica remodelación del Gran Hotel Costa Rica.
Ahora resta el aval del Centro Costarricense de Producción Cinematográfica.