Ocho productos agrícolas tienen elevado potencial exportador
Su valor alimenticio y medicinal hace que sean apetecidos en mercados externos Derivados como pulpas, jugos o congelados son un plus, según informe
Mangostán, pitahaya, guanábana, maracuyá, uchuva, ipecacuana, pejibaye y carambola, son productos que se pueden desarrollar con fuerza en Costa Rica para venderlos en el mercado externo.
A esta conclusión llega un estudio sobre las exportaciones de productos frescos, realizado por la Promotora del Comercio Exterior (Procomer).
El análisis establece que las propiedades alimenticias y medicinales atribuidas a esos productos agropecuarios les dan opciones de venta en el extranjero, precisamente por las tendencias de los consumidores hacia la alimentación saludable y natural.
Karina López, coordinadora de Investigación de Mercados de Procomer, explicó que otro de los grandes objetivos que motivó a hacer la investigación se basa en que las exportaciones de productos frescos de Costa Rica están muy concentradas en banano, piña, melón y algunos tubérculos.
La funcionaria agregó que, con el estudio, Procomer reconoce la relevancia que sigue teniendo el sector agropecuario en las exportaciones.
Por su parte, Alberto Montero, gerente del Programa de Frutas Tropicales del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), estimó que Costa Rica debe primero incrementar los volúmenes de producción de esos bienes, que calificó como “promisorios” y, posteriormente, desarrollar programas para industrializarlos con miras a la exportación.
Montero advirtió de que hay competencia de algunos países, entre ellos algunos latinoamericanos, que ya tienen presencia con esos bienes en varios mercados.
López refirió que una de las conclusiones del informe se fundamenta en eso: si algunos países son exportadores exitosos de esos productos, ¿por qué Costa Rica no puede hacerlo?
Tendencias. Empero, para lograr el éxito, hay que tomar en cuenta las tendencias, como que los consumidores se preocupan cada vez más por la inocuidad de los alimentos (que no causen daños en la salud y en el ambiente) y buscan productos que cumplan con certificaciones de calidad y responsabilidad social, advierte el informe.
Dentro de las conclusiones, adquiere particular importancia que la exportación de estos productos se debe realizar con algún grado de industrialización, como en pulpas, jugos concentrados o trozos congelados.
Así, se envían con valor agregado, se pueden colocar como materia prima y se superan los requisitos fitosanitarios establecidos por algunos mercados para productos frescos.