Ni ministro votaría plan extra de gastos si no suben tributos
APlan adicional del Gobierno se financia mayoritariamente con endeudamiento
Si el ministro de Hacienda, Helio Fallas, fuera diputado en este momento, no aprobaría el Presupuesto Extraordinario por unos ¢79.000 millones –que esa cartera gestiona ante los legisladores– sin tener la seguridad de que subirán los impuestos de ventas y renta.
Eso contestó Fallas ayer ante una pregunta de Ottón Solís, congresista del gobernante Partido Acción Ciudadana (PAC), durante una audiencia en la Comisión de Control del Ingreso y del Gasto Público.
“Yo no voy a votar el presupuesto extraordinario por puro gasto corriente... ¿Usted lo votaría si fuera diputado? Con estos datos que nos ha dado...”, le cuestionó Solís, a lo que Fallas respondió, dejando perplejos a varios congresistas.
“Si yo fuera diputado, arriesgándome mucho con lo que voy a decir, porque nunca he pretendido venir a la Asamblea, si yo tuviera la seguridad de que se aprobaban IVA(impuesto alvalor agregado) y renta, sí lo aprobaría. Si yo tuviera la seguridad. Si no, pues no”, dijo Fallas.
Con esto mostró una posición más cercana a Solís o al Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), que a la fracción oficialista o al Frente Amplio, que apoyan el plan del Gobierno.
¿Por qué? Porque en el contexto legislativo actual, no hay esperanzas de que sea aprobado ni el proyecto para transformar el tributo sobre las ventas en un impuesto al valor agregado (IVA) ni modificar la estructura del impuesto sobre la renta. Reacciones. Lo dicho por Fallas generó todo tipo de interpreta- ciones, desde opositores a los tributos, como de Solís y del viceministro de Ingresos, Fernando Rodríguez, apodado en el Congreso como el “viceministro de los impuestos”.
Para Solís, en la argumentación del jerarca está la intención de alertar sobre la urgencia de aprobar los proyectos sobre los impuestos, por la situación fiscal del país, ya advertida esta semana por Hacienda, cuando se informó de que el déficit subió.
Por su parte, Rodríguez cree que Fallas dio una respuesta “audaz” a una pregunta difícil.
“Bueno, es que si yo fuera diputado ya mí me piden ordenar esto, yo lo primero que haría es aprobar una reforma tributaria para poder decir: ‘Ahora sí, en qué la quiero gastar’. (...) Lo que nosotros tenemos que decir no es en qué vamos a gastar la plata, sino de dónde la vamos a con- seguir, para después gastarla”, explicó el viceministro.
El problema de la declaración de Fallas es que, precisamente, Hacienda es la entidad que prepara el Presupuesto Extraordinario, el primero que se envía este año, donde se pide permiso para incrementar los gastos en ¢79.000 millones.
De ese monto, la partida principal, o sea, casi ¢48.000 millones, sería para el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), para atender programas y contratar 845 plazas nuevas.
En contra. Solís y Rosibel Ramos, del PUSC, critican que sea por orden judicial que se destinan tantos recursos al PANI. “Históricamente, el PANI subejecuta, en promedio gasta 80% de su presupuesto”, dijo Solís.
Pero esa es la razón que dio Rodríguez al “defender” un presupuesto como el extraordinario, lleno de gastos corrientes financiados con deuda.
“Hay que dejar claro: nosotros tenemos en el extraordinario una cantidad importante de recursos que están ahí porque un tribunal nos obligó a ponerlos ahí”, alegó el viceministro.
Los diputados tienen tiempo al 4 de julio para aprobar el proyecto del presupuesto, tal como lo establece la legislación.