Ducho expolicía acabó como escolta de droga del narco
AEs experto en montañismo, manejo de armas y en volar helicópteros AEra un objetivo de la seguridad nacional desde 2013, al crear grupo paramilitar
La captura de un expolicía, quien en el 2007 llegó a ocupar el puesto más alto en la Fuerza Pública, enciende las alarmas entre autoridades nacionales por la forma en que se han extendido aquí los tentáculos del narcotráfico.
No es la primera vez que cae un oficial junto a grupos narcos; sin embargo, no había precedentes de un alto mando y sumamente preparado.
Se trata de José Fabio Pizarro Espinoza, de 51 años, exdirector de la Fuerza Pública, quien, la noche del miércoles, fue detenido cuando transportaba 237 kilos de cocaína. Pizarro circulaba junto a tres sujetos más por la ruta 27, cerca de la entrada a Orotina, en Alajuela.
Según Michael Soto, director interino del Organismo de InvestigaciónJudicial (OIJ), Pizarro formaba parte de un grupo que movilizaba cocaína desde la capital hasta Guanacaste, donde la droga era dejada en pistas clandestinas, para que fuera sacada del país por la vía aérea.
Su papel. “La participación de esta persona era de liderazgo en el área logística operativa; no el liderazgo de la organización. Podríamos estar hablando de organización internacional.
”Lo que debía hacer era conseguir personas y vehículos para que los alijos llegaran a su destino final. Su actividad es vender la ruta o el transporte a cualquier grupo que mejor le pague. Que ellos garanticen que el viaje del alijo sea lo más seguro posible”, aseguró Soto.
Pizarro tiene una amplia preparación policial operativa en manejo de armas y montañismo, y es piloto de helicópteros, según la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DIS).
A las filas de la Fuerza Pública entró en 1983 como oficial raso, hasta que llegó a ocupar la Dirección General en el 2007, cuando fue nombrado por el exministro Fernando Berrocal. El puesto lo ocupó por un año.
De acuerdo con Soto, en otros países cercanos a la región ha habido vínculos demostrados de altos mandos activos con el narcotráfico. No obstante, el caso de Pizarro debe ser una llamada de atención.
“Este señor (Pizarro), ciertamente exdirector, con una posición importante, nos genera un tipo de alarma.
” Lo que sí puedo decir es que todos tratamos de hacer muy honestamente nuestro trabajo, no importa de quién se trate. El país puede estar tranquilo en eso, pero debemos estar atentos para evitar que ocurra lo que ha pasado en países cercanos a nosotros. Para nosotros, es una alerta”, manifestó Soto.
La misma inquietud compar- te Jorge Torres, subdirector de la DIS, quien manifestó: “Siempre he dicho que el crimen organizado no podría vivir en un país sin la protección del Estado. Cuando hablamos de un Estado, hablamos de todos nosotros, los ciudadanos. Esto es síntoma de una enfermedad que ya empezamos a padecer”.
Torres explicó que este caso fue complejo y llevó a un desgaste de los agentes, no solo por la preparación de Pizarro, sino por el tipo de puesto que ostentó.
“Cuando hablo de complejidad, no me refiero solo a la formación policial, sino que al haber sido director de Fuerza Pública, genera mucha confianza en sus alrededores, representaba una figura de mando y jerarquía. Es una persona que hasta ayer (el miércoles) era respetable. Eso nos dificultaba muchísimo”, añadió el funcionario.
El exjerarca policial se llegó a convertir en un objetivo de la seguridad nacional en el 2013, manifestó Jorge Torres, subdirector de laDIS, pues, en eseaño, él creó un grupo paralimitar llamado La Patrulla 1856.