Visita de Francisco alienta a Colombia a afianzar la paz
APapa se reunirá con víctimas y victimarios de la guerra para escuchar sus historias AGira se efectúa en ambiente de polarización tras firma de pacto entre Gobierno y FARC
BOGOTÁ. - La primera vez que un papa visitó Colombia, Blanca Olga Chivará estaba en el colegio. Era agosto de 1968 cuando Pablo VI descendió del
Sucre y luego de saludar al entonces presidente, Carlos Lleras Restrepo, el pontífice se arrodilló para bendecir la tierra colombiana.
Su llegada convocó amillones de fieles, entre ellos, miles de extranjeros, a quienes Blanca Olga debía guiar en el parque metropolitano Simón Bolívar, el más grande de Bogotá, como parte de las actividades que organizó su colegio por la inédita visita papal.
Ahora, a sus 62 años, Blanca Olga espera con ansias la llegada de un nuevo pastor a Colombia: Francisco, quien es el tercero que visita el país suramericano después de Juan Pa- blo II, en 1986.
En esta ocasión, ella asistirá almismo parque, pero en vezde guía, será testigo, junto con sus dos hermanas, de la misa que ofrecerá el primer pontífice latinoamericano ante al menos 550.000 personas.
El Santo Padre, de 80 años, llegará a la capital colombiana la tarde del miércoles 6 de setiembre, provenientede Romaen un vuelo de Alitalia.
La gira papal se prolongará por cuatro días, hasta el 10 de setiembre, e incluye visitas a las ciudades de Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena, en las que oficiará misas, se reunirá con jerarcas de la Iglesia, beatificará a dos sacerdotes y tendrá una cita con víctimas y actores del conflicto interno.
Es el único viaje que hará en la región este año.
Se trata de una visita valiosa para dar aliento a Colombia en su intento por afianzar la paz y la reconciliación, luego de diez meses de la firma del acuerdo entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que acabó con 52 años de hostilidades.
Su Santidad encontrará un escenario complejo, pues la nación está políticamente dividida debido al enfrentamiento entre el exmandatario Álvaro Uribe y el presidente Juan Manuel Santos, entre otras razones, por la negociación que se dio antes de la firma del pacto.
“Es verdad que el Papa llega a un país muy polarizado, pero sabe que todos los colombianos anhelan la paz, una paz en el espíritu de la solidaridad y la justicia. Una paz posible solo si se atacan las causas de la injusticia social, la desigualdad, la opresión”, manifestó a la AFP el arzobispo Octavio Ruiz, integrante de la delegación que acompañará a Francisco.
El Obispo de Roma intentó acercar a ambos líderes durante un encuentro que se llevó a cabo en el Vaticano en diciembre, pe- ro sus esfuerzos no tuvieron resultados concretos. Gesto significativo. Uno de los puntos más relevantes de la agenda del Papa en Colombia, el sétimo país con más católicos del mundo, es la cita que tendrá con víctimas y victimarios para escuchar sus testimonios, en Villavicencio, ciudad emblema de la guerra interna que dejó 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 7,1 millones de desplazados. “Será un día muy especial, el día dedicado a la reconciliación y en el que estarán presentes víctimas de la violencia, exguerrilleros y exmilicianos”, indicó el vocero del Vaticano, Greg Burke. Además, Burke manifestó que por ahora el Pontífice “no tiene programadas reuniones con la guerrilla de las FARC ni con la oposición”. Entusiasmo. Al igual que Blanca Olga, la bogotana OdalindaNájera, cuenta los días para asistir a la misa campal de Francisco. “Es importante la visita del Papa por la paz y para que se acabe tanta intriga que hay aquí en Colombia”, afirma Odalinda, quien tiene 45 años.
Las personas que participarán en esta ceremonia religiosa debieron inscribirse con antelación en la iglesia de su comunidad y luego retirar un boleto, donde se les asignó un número de puerta y la hora para ingresar al parque Simón Bolívar.
Según Édgar Cardona, gerente de Logística de la visita de Francisco, esta medida se tomó para ordenar la entrada de los seguidores y evitar accidentes.
Por su parte, Carlos Arias, de 63 años, afirma ser un seguidor del pontífice argentino. Destaca su carisma y su empatía; sin embargo, asegura que prefiere seguir el periplo por televisión para evitar la multitud.
Francisco no hizo peticiones personales para su estancia en Colombia. Solo solicitó que los tres papamóviles en los que se trasladará no tengan vidrios blindados para mantener su habitual cercanía con los fieles.