Policía entra a Crucitas y captura a 14 coligalleros
ACuatro oreros estaban extrayendo material al momento de ser detenidos
CUTRIS, SAN CARLOS.- En una acción sorpresa, patrullas de la Fuerza Pública ingresaron, la tarde de ayer, a la mina Crucitas, en Cutris de San Carlos, por los sectores de Coopevega y El Concho de Pocosol.
Según algunos vecinos, solo por el primer punto pasaron 10 vehículos con uniformados. Además, se instalaron retenes en algunos sectores, como en Cocobolo, también en Cutris.
La ofensiva policial fue con- firmada por Gustavo Mata, ministro de Seguridad, quien esta misma semana aseguró que la extracción de oro es controlada por grupos organizados que pagan comisiones amuchachos o peones de la zona, por el metal que saquen.
El vocero de Seguridad Pública, Carlos Hidalgo, manifestó a las 7:45 p. m. que se arrestó a 14 personas para investigación, de un total de 193 que se ubicaron durante la incursión.
Al momento del operativo, cuatro de ellos estaban extrayendo material; además, tenían en su poder sedimentos, cuarzo y, aparentemente, cianuro, indicó Hidalgo.
A las personas capturadas se les notificó sobre la prohibición de efectuar tareas de extracción de oro o cometer cualquier otro delito. En el operativo se contó con la ayuda de personal de la Policía de Fronteras.
Actividad ilegal. Como confirmó La Naciónen un recorrido, la zona fue tomada desde hace varias semanas por centenares de personas, quienes llegaron a extraer ilegalmente el oro de la mina. La migración alcanzó tal magnitud que hay fincas que se han quedado sin trabajadores, atraídos por las jugosas ganancias de otros coligalleros.
Aunque la Fuerza Pública y la Fiscalía han hecho algunas detenciones e, incluso, hay una investigación abierta, están muy lejos de tener el control de lo que ocurre en la finca Vivoyet, que en el pasado perteneció a Industrias Infinito, minera de capital canadiense que perdió la concesión para sacar 800.000 onzas de oro. Así lo ratificó un fallo judicial en noviembre del 2011.
La acción policial se da horas después de que el fiscal regional adjunto de la zona norte, Alejandro Araya, dijera a La Na
ción que Crucitas podía llegar a ser una “bomba de tiempo”.
Araya investiga la posible comisión de delitos como explotación sexual, venta de drogas, trasiego de mercurio, además de 160 denuncias por dañosambientales que han recibido.