Falta de guardavidas agrava peligros de playas ticas
Solo un municipio costero tiene personal de rescate
787 muertes en 15 años
Corrientes de resaca son causa de la mayoría de ahogamientos en el país
Sin consenso
Proyecto de ley propone crear cuerpo especializado y con labor permanente
Al menos 787 personas perdieron la vida mientras disfrutaban de las playas costarricenses en los últimos 15 años.
La cifra convierte a los incidentes acuáticos en la segunda causa de muerte accidental en el país y lo coloca como uno de los destinos para el turismo de playa más peligrosos de Latinoamérica.
Datos del Programa Ronmac, del Instituto Internacional del Océano, señalan quede esos fallecidos 118 eran excursionistas estadounidenses.
“No hay otro fenómeno natural que produzca tantas muertes al año como las corrientes de resaca (...) Las corrientes de resaca son la causa de lamayoría deahogamientos; si no hubiera corriente, la probabilidad de ahogamiento es mucho más baja o casi nula, porque (el bañista) se quedaría ahí donde está”, aseguró Alejandro Gutiérrez, director de esa institución.
“¿Cuál es el problema? ¿por qué se ahoga tanta gente, comparando el número demuertes que tenemos con Australia o Estados Unidos, siendo que tenemos el 5% y el 7% de la línea de costa que esos países? por una razón: porqueen esos paíseshay unagran presencia de guardavidas calificados en el número adecuado”, añadió.
De acuerdo con el experto, en el país debería haber un guardavidas por cada 500 metros de playa, pero solo la Municipalidad de Garabito, en Puntarenas, tiene rescatistas.
Otras playas comoAvellanas (Santa Cruz, Guanacaste), San- ta Teresa (Cóbano, Puntarenas), Punta Leona (Garabito), Dominical (Osa, Puntarenas) y Cocles (Talamanca de Limón) tienen personal privado o cuentan con voluntarios. “El guardavidas es la diferencia entre un rescate oportuno y una muerte”, agregó. Juan Carlos Salas, jefe de la Unidad Acuática de la Cruz Roja, coincide, pero reconoce que al menos para ellos sería muy difícil tener personal a tiempo completo en las más de 600 playas que tiene Costa Rica. La Cruz Roja posee unos 60 rescatistas acuáticos certificados, en su mayoría voluntarios de los que solo se puede disponer durante temporada alta. Según Salas, a este situación , se suma la poca educación de los bañistas. “La mayoría de las personas no se informan; la gente que más se ahoga es de San José (...) el tema es que ninguno dice: 'preguntemos a los lugareños, averigüemos si tiene guardavidas, si tiene corrientes, qué lugar puede ser más seguro...' Ninguno de los expertos considera que se pueda poner en una lista y calificar las playas en más o menos peligrosas, pero si se trata de presencia de corrientes, las de mayor riesgo son las del Pacífico central. Sin embargo, a criterio de Salas, si en este momento tuviera que citar la playa más segura del país, esta sería Jacó (en Garabito) –pese a sus condiciones de corrientes y fuerte oleaje– precisamente por ser la única que cuenta con rescatistas todos los días. No obstante, por ser la más visitada, Jacó es la que tiene la cifra más alta de ahogamientos de los últimos 15 años. Las playas de los golfos o del Caribe suelen ser menos peligrosas.
En discusión. “Cuando alguien comienza a ahogarse, el resultado suele ser fatal. A diferencia de otros traumatismos, la supervivencia está determinada casi exclusivamente en el lugar del incidente, y depende de dos factores muy variables: la rapidez con que se saque del agua a
la persona, y la prontitud con la que se actúe para practicarle una reanimación”.
La cita proviene del Primer Informe Mundial sobre Ahoga
mientos, presentado el año pasado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
También aparece en la justificación de un proyecto de ley para crear un cuerpo nacional de salvavidas municipales en cantones que tengan litorales en su jurisdicción.
Sin embargo, la iniciativa está estancada por falta de consenso sobre las fuentes de financiamiento, explicó el alcalde de Garabito, Tobías Murillo.
“La ley debería exigir un aporte del ICT (Instituto Costarricense de Turismo) y que también se imponga un impuesto al licor del cual una parte sea destinada para estos cuerpos de guardavidas porque la lucha más grande que dan ellos aquí es con gente que está en estado etílico”, dijo Murillo.
En su criterio, el tema debe ser de los ayuntamientos y no manejado por una comisión.
“Los salvavidas deben ser un cuerpo de policías que forme parte del Ministerio de Seguridad... Quieren crear una comisión que va a estar en San José, poniendo reglas desde San Jo- sé”, criticó Patricia Bolaños, alcaldesa de Quepos,
El diputado Francisco Camacho, del Frente Amplio, explicó que el plan no ha sido dictaminado, por cuanto falta definir el tema del financiamiento.
El canon de concesiones de la zona marítimo terrestre y fondos del Ministerio de Seguridad se proponen como fuentes posibles de recursos.
De acuerdo con Isabel Vargas, presidenta de la Cámara Nacional de Turismo, la falta de guardavidas es preocupante, pues el alto porcentaje de turistas que se ahogan en el país afecta la imagen de Costa Rica.