Jerarcas del BCR ignoraron alertas de frenar giros a Sinocem
ADos de los subgerentes sabían de problemas en las líneas de crédito AAcuña sugirió dar ‘estabilidad’ a firma para mitigar el riesgo de impago
En un lapso de 11 meses, comprendido entre abril del 2016 y marzo del 2017, dos funcionarias del BCR enviaron a sus superiores correos electrónicos alertando sobre incongruencias entre el dinero que el Banco le había girado a la compañía Sinocem Costa Rica y la cantidad de cemento chino que ingresaba al país.
Si no traía el producto y no lo vendían, ¿para qué querían más dinero?, cuestionaron las ejecutivas del Banco de Costa Rica (BCR), Adriana Castro y Bettina Rivero.
Alertaron sobre las dificultades que tenía la firma de Juan Carlos Bolaños –quien hoy descuenta tres meses de cárcel por cuatro presuntos delitos–, para comercializar aquí el cemento y sobre el estado de su flujo de caja, “altamente ajustado”, lo que ponía en riesgo el pago de las dos líneas de crédito que el BCR le concedió con un tope de endeudamiento de $30 millones.
Así se lo hicieron ver, entre otros, a los entonces subgerente general, LeonardoAcuña, y subgerente deBanca Mayorista, Andrés Víquez, también detenidos por el supuesto delito de peculado, bajo la hipótesis de que facilitaron la sustracción de fondos públicos.
Por el mismo delito, también fueron aprehendidos, el viernes anterior, Mario Barrenechea, gerente general suspendido del Banco, Gilberth Barrantes, gerente corporativo de Riesgos, Marvin Corrales, subgerente de Banca Minorista, y otro ejecutivo, Rodrigo Ramírez.
Alerta. Desde abril del 2016, Castro y Rivero recomendaron que se detuvieran los giros de dinero a Bolaños. No obstante, sus superiores ignoraron al menos cinco sugerencias en ese sentido y, al cierre del año pasado, se le había girado casi $39 millones a Sinocem aunque la firma solo importó $9,7 millones en cemento.
Para junio de este año, la empresa de Bolaños adeuda $25 millones al Banco.
Pese a las advertencias, en noviembre del 2016, laAuditoría del Banco le informó a la Fiscalía General que las líneas de créditos se tramitaron de manera regular y que no había detectado ningún riesgo en la estabilidad financiera del BCR a causa de este financiamiento.
La primera advertencia la emitió la ejecutiva Castro, el 26 de abril del 2016 a Víquez. En un correo, lo alertó de que Sinocem solo estaba importando 15.000 toneladas de cemento (t) al mes, a pesar de que el dinero girado alcanzaba para que trajera el doble de producto.
Castro, quien debía atender las peticiones de Bolaños, hizo tal revelación 82 días después del primer desembolso de $9 millones y ante la solicitud de un segundo giro de $10,5 millones.
La ejecutiva dijo que, antes de hacer el segundo depósito, Sinocem debía cancelar el costo de las 30.000 t que debía de traer durante el primer mes.
Castro alegó que así se estableció en el contrato de crédito,