Erupciones del Poás apagan comercios aledaños al volcán
AEstudio concluyó que cierre causa un impacto de ¢7.100 millones al año
Angustia, temor, impotencia... Esta es la atmósfera que envuelvea las familias que dependen de unos 40 negocios aledaños al volcán Poás, en Alajuela.
Las erupciones que obligaron a cerrar el acceso al coloso hace siete meses, también alejaron a la mayor fuente de ingreso de estos establecimientos: los excursionistas.
En los últimos kilómetros de ascenso hacia el Parque NacionalVolcán Poás, la ruta 120 luce como una solitaria alfombra de asfalto. Pasan tan pocos autos que entre 10 y 15 comercios cerraron entre semana y, ahora solo abren los fines de semana, con la esperanza de atraer visitantes.
Otros locales, en cambio, tiraron la toalla poco tiempo después de las erupciones más fuertes, ocurridas en abril, a inicios de la Semana Santa.
La mayoría son negocios familiares con más de una década de operar. La escasez de turistas los tiene al borde de la crisis y los obliga a hacer malabares para cubrir costos fijos como deudas bancarias, tributos, salarios, cargas sociales e insumos.
Amorde 11 años. Ainicios de octubre pasado, los esposos Fernando Espinoza Castro y Mercedes Rojas Jiménez, dueños de la pulpería Mercedes, ubicada en Poasito, cerraron su negocio, luego de tenerlo abierto durante 11 años.
“Los proveedores fieles han seguido pasando por semana, pero ya se venían cansando.
”No hemos podido comprar producto nuevo. El que ya teníamos, se venció”, explicó Rojas, mostrando con la mano el interior de una refrigeradora atibo- rradade productos lácteos ybebidas expiradas.
A unos metros de la pulpería, el restaurante El Volcán está desierto. Los esposos EnriqueVega y Carmen Arias ahora solo abren cuatro horas entresemana, cuando antes tenían jornada continua de 7 a. m. a 5 p. m. Incluso cesaron a tres empleados.
“Un día tuve que ir a pedirles un diario a los evangélicos de la iglesia más abajo para dejar el poquito de plata que había para el alimento de las truchas que vendemos. Para que no se murieran de hambre ellas y tal vez venderlas”, afirmó Arias, al borde de lágrimas.
Un estudio de dos investigadores universitarios estima que el cierre de este parque nacional ocasionará un impacto económico de ¢7.100 millones al año, por concepto de ingresos no percibidos, salarios sin depositar, insumos sin comprar, pago congelado de deudas y otros.
La investigación fue realizada por el doctor Juan Antonio Aguirre González, coordinador de Investigación en la Universidad Latina, y la doctora Sindy Chaves Noguera, de la Vicerrectoría de Investigación y Extensión del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR).
El volcán Poás es el segundo parque nacional más visitado de Costa Rica, después de Manuel Antonio.
Dicha área recibió 402.000 visitantes el año pasado, de los cuales 214.000 fueron nacionales y 188.000 extranjeros.