Épocas mejores
Aún recuerdo con cierta nostalgia los viajes en tren hacia Puntarenas. Entre gallos de papa, alborotos, melcochas, “gallina de palo” y refrescos se distraía el viajero en el trayecto, que tardaba varias horas, de estación en estación.
A veces se cortaba la energía o sucedían desperfectos mecánicos, pero nunca me enteré de choques de trenes. Desconozco los sistemas de comunicación utilizados por el ferrocarril eléctrico al Pacífico durante sus años de operación, pero, evidentemente, eran funcionales.
El cierre de este ferrocarril se dio en la década de 1990. Desde esos días, la tecnología avanzó a pasos agigantados. Ahora, disponemos de comunicaciones analógicas, digitales y satelitales. Apesar de esto, el disminuido servicio ferroviario actual ha sufrido varias colisiones con saldo de numerosos heridos y cuantiosas pérdidas materiales, lo que hace sospechar que el Incofer no cuenta con la tecnología para una adecuada comunicación o no sabe utilizarla. Por lo tanto, es necesario que corrija esta debilidad y los factores asociados para evitar más incidentes que acaben en muertos, heridos y mermas en los equipos.