11% de los electores no han ido a votar en 20 años
‘Sin arraigo electoral’ Ciudadanos jóvenes son los que menos interés tienen en sufragar Los que fueron a todas 48% de costarricenses se apuntó a votar en las últimas 6 elecciones
Muy lejos quedaron los tiempos en los en que la mayoría de los ciudadanos se identificaba con un partido, ponía su bandera en la casa y le daba su voto en las urnas.
Las épocas de amores políticos se acabaron, sin que eso, aparentemente, signifique un divorcio con la democracia.
Un estudio elaborado por investigadores del Programa Estado de la Nación (PEN) con motivo de su informedel 2017, presentado este 14 de noviembre, concluye que, en Costa Rica, uno de cada 10 electores nunca ha ejercido el sufragio en las últimas seis elecciones; es decir, en los 20 años transcurridos entre 1994 y el 2014.
Ese 11% de la población es el que se puede considerar como abstencionismo duro. Por el contrario, hay un 48% que ha ejercido el sufragio en todos los comicios desde que cumplió la mayoría de edad.
“Lo que muestra es que el abtencionismo es mucho menor al que creímos. Siempre hablamos de un 30% desde 1998; siempre creímos que uno de cada tres no vaavotar, pero cuando hacemos un zoom con microscopio, descubrimos que es 1 de cada 10”, destacó Steffan Gómez, investigador político del Programa Estado de la Nación.
Para las últimas elecciones presidenciales se registró un abstencionismo de 31,81% en la primera vuelta, realizada el 2 de febrero del 2014 , pero este alcanzó el 43,37% en la segunda vuelta, el 6 de abril.
“El abstencionismo en Costa Rica se debe amotivaciones del orden político, a personas indiferentes al proceso, a insatisfechos”, dijo entonces el presidente del Tribunal Supremo de Elecciones, Luis Antonio Sobrado.
Por provincia. Al hacer la revisión por provincia, los porcentajes son todavía mayores, pues en Puntarenas, Limón y Guanacaste, el abstencionismo fue superior al 50% para la segunda vuelta.
En ese grupo de abstencionistas duros, se encuentran dos vecinos de La Fortuna de San Carlos: Rafael ÁngelGuzmány María Julia Rojas Rojas.
La diferencia es que don Rafael Ángel quiere votar pero no puede, porque nunca consiguió una constancia de nacimiento; mientras que doña María Julia Rojas, no quiere nada con los políticos ni con la política.
“Me gustaría votar, pero he hecho gestiones en el Registro Civil y me piden presentar dos testigos mayores que yo y no los he podido conseguir. Tengo la ilusión de que antes de morirme por lo menos haya votado una vez”, sostiene el agricultor, de 81 años de edad.
Don Rafael Ángel hasta tuvo la posibilidad de conversar sobre política con el presidente Francisco Orlich (1962-1966) pues trabajaba en la finca propiedad del mandatario, ubicada en Chachagua, en San Ramón de Alajuela.
Entusiasmo relativo. Otro estudio –también del Estado de la Nación– sobre nueve elecciones (1982-2014), compara los votantes nacidos a partir de 1961 con los nacidos desde 1989, y concluye que son los de mayor edad los más interesados en votar.
“El 85% de los electores nacidos entre 1965 y 1968 sufragó por primera vez en 1986 y, casi veinte años después, su participación se redujo al 71% (…). En cambio, la participación de los electores nacidos entre 1985 y 1988 fue sensiblemente inferior: el 64% asistió a las urnas en el 2006”, dice el estudio.
Según el Estado de la Nación, esta población, que hoy tiene entre 29 y 32 años transmitirá “unmenor arraigo” a laparticipación electoral cuando le corresponda “socializar” a las siguientes generaciones de votantes. Sin embargo –advierte–, aunque la participación ha disminuido en el largo plazo, los ticos“aún poseen una fuerte cultura cívica y una sólida creencia en el sufragio”.
El exdiputado y analista político Constantino Urcuyo, al igual que el expresidente legislativo y exministro Francisco Antonio Pacheco, difieren, parcialmente, de esa conclusión. Ninguno comparte el entusiasmo del informe.
“El deterioro en los partidos se traduce en una desconfianza en el sistema democrático, porque no es posible pensar en la democracia sin partidos”, razona Urcuyo.
Pacheco, por su parte, recuerda que la cultura cívica no solo es votar, sino tener una actitud seria ante el proceso electoral. “Cuando veo redes sociales y las falsedades que se difunden, desconfío de la cultura cívica”, manifestó.
Además, los dos señalan que aun cuandose estime el abstencionismo en Costa Rica como en 30%, no puede considerarse excesivo si se ve en el contexto mundial.
Ambos reconocen el hecho de que hay que dejar atrás “la época de oro” en que faltaba a las urnas el 20%.