Abusar de los suplementos de proteína puede dañar su salud
Factores como edad y actividad física influyen en forma de ingerirlos Exceso puede causar sobrepeso y hasta problemas en en riñones e hígado
Prometen un mejor rendimiento físico y mayor definición de los músculos.
Y sí, los suplementos de proteína –bien utilizados y con una guía adecuada– pueden dar muy buenos resultados.
Sin embargo, si las personas consumen este tipo de complementos alimenticios sin necesitarlos, o si abusan de ellos, pueden sufrir consecuencias que irían desde aumentos de peso hasta daños en los riñones e hígado.
Dichos productos se venden sin necesidad de una receta y cualquier persona puede comprarlos, lo cual aumenta el riesgo de que se usen sin una correcta instrucción.
La nutricionista Ana Elena Vargas, quien guía a deportistas o personas que realizan actividad física de forma frecuente, aseguró que lo recomendable es que la decisión de utilizar o no estas proteínas sea tomada con la ayuda de un profesional en Nutrición, pues no todos los casos son iguales.
“Pueden ser un gran apoyo para que el músculo no se pierda y lograr los objetivos deseados. A muchas personas les beneficia, pero no en todos los casos son necesarios. Todo en exceso es malo y esto puede poner en riesgo la salud de quienes lo consumen, sin la guía adecuada o sin necesitarlo”, explicó.
Posibles secuelas. Si una persona ingiere este tipo de batidos sin control, los daños para su sa- lud pueden ser serios.
“Partamos de un hecho: todo el exceso se transforma en grasa, el exceso de carbohidratos se transforma en grasa, y el exceso de proteínas se transforma en grasa. Entonces, es muy posible que alguien que ya consume en su alimentación toda la proteína necesaria, comience más bien a ganar peso, se le sobrecarguen los riñones y el hígado sufra”, detalló Vargas. ¿Cuánto es exceso? No hay una receta específica para lo que cada persona debe consumir de proteína (ya sea en alimentos o en suplementos), pues esto varía según la edad, sexo, condición de salud, tipo de alimentación y nivel de actividad física.
Lo ideal es que sea un nutricionista quien establezca la cantidad necesaria.
Según el endocrinólogo español Martín Vaquero, el exceso de proteínas supone una “so- brecarga para el riñón” y esto va a producir arterioesclerosis (endurecimiento, grosor y pérdida de estabilidad en las arterias). Dicha situación provocaría daño en los vasos sanguíneos e hipertensión, la cual, a su vez, puede conducir a infartos agudos de miocardio. El hígado también sufre si la cantidad de proteína que se ingiere es excesiva. ¿Qué sucede? Cuando hay más proteínas de las necesarias, el cuerpo no tiene la opción de almacenarlas. Entonces, no le queda más remedio que eliminar el exceso. Eso supone una alteración metabólica y el cuerpo se vuelve más ácido. Además, se da una sobrecarga en algunos órganos vitales para contrarrestar esa disminución de pH (acidez) y la eliminación de catabolitos (residuos metabólicos). La acidificación afecta los riñones, el hígado y el corazón. Al tener un ambiente tan ácido, el riñón aumenta el volumen de la orina y para eso debe retener más agua, lo que puede traducirse en deshidratación.
¿Tomarlos o no? ¿Es recomendable consumirlos? De acuerdo con los especialistas, la respuesta no es tan fácil como decir sí o no, pues depende de distintos factores. Hay gente que sí se beneficiaría mucho.
La edad es el primer asunto clave. En personas muy jóvenes, como adolescentes, aún no es recomendable. No obstante, muchos los utilizan.
Un estudio hecho en Eslovenia con 1.500 estudiantes entre 14 y 19 años señaló que al menos 30% de ellos utiliza suplementos proteínicos, pero solo uno de cada cinco practicaba algún deporte de forma profesional o semiprofesional; los demás lo hacían solo por recreación.
El reporte, publicado en noviembre pasado en el Journal of Nutrition and Education, dijo que, aunque el consumo es más