En todas las cosas busca la finalidad
La meta, el objetivo, la causa final es lo que se intenta, la razón por la cual se hace algo. La filosofía ha enseñado que la causa final es la primera en el orden de la intención y la última en el orden de la realización.
Simiobjetivo es escribirun artículo y quiero efectivamente hacerlo, lo último será cuando lo haya terminado y así haya alcanzado la finalidad propuesta.
En estos días en que se han examinado públicamente aspectos del actual funcionamiento del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), aparece que algo no marcha satisfactoriamente.
La Contraloría General de la República (CGR) ha hecho su acostumbrada y atinada intervención en la cuestión y sobre el informe dado se ha podido leer en la prensa:
“El estudio realizado por la CGR concluye que en el país no existe política, directriz o lineamiento público que establezca una orientación estratégica a seguir en cuanto al proceso de formulación de la oferta de educación y formación técnica. Aquella labor le corresponde, según la ley, al Sistema Nacional de Educación Técnica (Sinetec) (…). Sin embargo, para el ente contralor, esos objetivos no se han cumplido”.
Se nota dónde salta la liebre: se organizan instituciones, se cobran impuestos, se nombra gente, los interesados se matriculan, pasa el tiempo y, al cabo, los objetivos, la finalidad, la razón de ser de todo aquello no se alcanza.
Es como el que dispara al blanco y nunca lo pega. Muchos estudiantes se matriculan en escuelas, colegios y universidades, pasa el tiempo y… no alcanzan la meta.
Incumplimiento. Algunas personas que históricamente han tenido cierto ascendiente en el campo político han ofrecido que bajo su gobierno se alcanzarían tales metas… y pasado el tiempo oportuno esos obje- tivos no se han cumplido.
¿Qué tal si alguien tomara la Ley Fundamental de Educación –a la que se le han introducido algunas variantes– y va analizando ciclo por ciclo edu- cativo (educación primaria, educación secundaria) los fines o finalidades y los contrasta con los resultados obtenidos, a ver qué comentarios haría.
Cuando uno no alcanza las metas propuestas, eso suele producir insatisfacción interior o búsqueda de excusas o convertirlo en conformista. Cuando es una institución la que no lo logra, es un fraude social. Y si es el país el que anhela metas nacionales que le han sido prometidas, relativas al bien común, y que no se alcanzan, eso produce gran frustración nacional.
Lo que se recomienda es: o ser más prudente en las metas propuestas o tomar tónicos para la voluntad a fin de alcanzarlas o morir en el esfuerzo por cumplirlas. Cuando no hay finalidad o las metas no se alcanzan, se vive ateleológicamente, sin finalidad, sin sentido de la vida, sin rumbo… como una hoja al viento; lo más contrario de la profunda necesidad de cada persona de tener claro el sentido de su vida.
La meta, el objetivo, la causa final es lo que se intenta, la razón por la cual se hace algo