¿Voto anti fundamental is tao voto PAC?
Si el PAC propone un gobierno de unidad, debe incluir muchos sectores de la sociedad
La historia nos demuestra que los grupos o partidos que anteponen su fe o dogmasreligiosos para gobernar un país dejan sociedades divididas, aumento en la discriminación, intolerancia y, en no pocos casos, guerras.
Es más que entendible que eso nos preocupe. Ante esa realidad, hay quienes pensamos en el voto anti-Fabricio Alvarado o contra el fundamentalismo religioso. No parece haber otra opción. Sin em- bargo, eso no implica un voto en apoyo al PACo a Carlos Alvarado.
Para la movilización de apoyos o alianzas reales, no basta con el miedo. El PAC en estos cuatro años de gobierno ha topado con obstáculos, algunos entendibles cuando se rompe con décadas de nocivo bipartidismo. Pero hay otros casos en los que hemos visto graves errores, inacción del gobierno Solís Rivera en varias áreas, e incluso componendas con sectores o partidos opuestos a propuestas de campaña del PAC y se aprobaron criticables leyes con votos del PAC.
También señalo con preocupación una muy débil vincula- ción con los movimientos sociales. Podría decir que, en muchos casos, ni se les escuchó durante este gobierno, en materias ambientales, fiscales, de telecomunicaciones, medios de comunicación y la urgencia de una nueva ley de radio y televisión. El movimiento social fue, literalmente, vacilado por este gobierno.
Los apoyos a la campaña del PAC deben sustentarse más que enel voto antifundamentalista, en la sinceridad y en un mínimo nivel de confianza. Ambas cosas no son posibles sin almenos un reconocimiento de los errores cometidos y algunos compromisos reales. No es creíble que Carlos Alvarado se lave las manos por los errores de su gobierno, pero sí enarbole lasbanderas de lo que considera logros de esta administración.
Diálogo franco. Sigo percibiendo poco interés en un diálogo franco y transparente del PAC; ojalá me equivoque. Si proponen un gobierno de unidad o multipartidista, es imperativo que esas discusiones se realicen con muchos sectores de la sociedad. Eso, a la larga, ayudaría a que nuestro país tenga una democracia más representativa, más integradora y a tranquilizar temores sobre el peligroso futuro que nos acecha. Negociar solo con partidos tradicionales, con sectores económicos o con poderes fácticos para ganar las próximas elecciones, les cobrará la misma factura que al bipartidismo. Las calles y las urnas son testigos de eso.
El voto por Fabricio Alvarado, por su escueto plan de gobierno o su inexistente equipo para gobernar, no es una opción para quienes luchamos por el avance en el reconocimiento de los derechos de todas las personas, por una sociedad más justa, más inclusiva y donde la gente sea más feliz y no más llena de odios. Veremos qué hacen el PAC y Carlos Alvarado al respecto.