‘Teníamos un monstruo en casa y no lo sabíamos’
Describen a Cruz como un muchacho solitario, extraño e inadaptado social
WASHINGTON. AFP. - La familia que acogió en su casa a Nikolas Cruz, autor de la matanza en un colegio de Florida que dejó 17 muertos, contó que era un joven extraño, pero que nunca pensaron que se tratara de un “monstruo”.
“Teníamos a este monstruo en casa y no lo sabíamos”, dijo Kimberly Snead, una enfermera de 49 años al periódico de Florida Sun Sentinel.
Nikolas Cruz, de 19 años, fue a vivir, en noviembre pasado, a la casa de James y Kimberly Snead, una pareja de Parkland (Florida), luego de la muerte de su madre por neumonía.
Cruz se había quedado sin padres y era amigo del hijo de los Snead, quienes aceptaron darle albergue.
Cuando se instaló, “le dije que habría reglas” en casa “y las siguió a rajatabla”, expresó James Snead, de 48 años, veterano del Ejército estadounidense y experto en inteligencia militar.
El miércoles, Cruz mató a 17 personas en el Instituto MarjoryStoneman Douglas, de la ciudad de Parkland, en el norte de Miami. El año pasado había sido expulsado de ese mismo colegio “por razones disciplinarias”.
Cruz usó un fusil semiautomático AR-15 que había comprado legalmente y poseía otras armas, entre ellas dos fusiles de asalto y varios cuchillos, según la familia Snead, quienes también tienen armas en casa.
La masacre de Parkland es la más grave en un colegio en Esta- dos Unidos desde la de la escuela Sandy Hook en diciembre del 2012, donde murieron 26 personas, en su mayoría niños.
La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) recibió en enero una advertencia detallada, en la que se señalaba que Nikolas Cruz tenía un arma, un comportamiento inestable y publicaba mensajes en las redes sociales en los que hablaba de provocar una matanza en su instituto. Pero, a pesar de ello, el FBI no tomó ninguna medida.
Un solitario. De acuerdo con la familia Snead, Cruz era solitario, con un comportamiento extraño y socialmente inadaptado, pero no mostraba signos de violencia. “Era muy inocente; no era tonto, solo inocente”, recuerda James Snead.
Según la familia que lo acogió, no sabía cocinar, lavar la ro- pa ni ordenar sus cosas; tampoco usar un horno de microondas. Narraron que le gustaba mezclar queso y galletas en un mismo bocadillo, y que siempre se iba a dormir a eso de las ocho de la noche.
Cruz, añadieron, era un joven solitario, que soñaba con tener novia y estaba deprimido por la muerte de su madre, declararon los Snead al Sun Senti
nel. También relataron que él les contó que había visitado a un reclutador militar pues quería formar parte del Ejército.
Nikolas Cruz también aseguró a los Snead que iba a heredar $800.000 de sus padres y que podría disponer del grueso de esos fondos al cumplir 22 años.
Kimberly Snead llevó a Cruz a consulta con un psiquiatra cinco días antes de la masacrey el joven dijo que estaba dispuesto a seguir una terapia.