La Nacion (Costa Rica)

‘Algo pasó en su cabeza que lo hizo matar al papá’

‘Tenía ideas delirantes; estaba en estado de psicosis’, dice Espinoza

- Katherine Chaves R. y Carlos Arguedas C. katherine.chaves@nacion.com

“No había rencilla (entre el padre y el hijo); había una buena relación. Hubo un factor detonante, que se relaciona directamen­te con la condición médica del joven”, explicó, este viernes, Wálter Espinoza, director del Organismo de Investigac­ión Judicial (OIJ).

El caso se registró la tarde del jueves en una casa en La Aurora de Alajuelita, cuando un muchacho, de apellidos Morales Álvarez, de 21 años, asesinó a su papá, Marvin Antonio Morales Sánchez, de 54.

El joven era conocido de las autoridade­s porque tiene antecedent­es por robo. Espinoza no detalló cuál es la enfermedad que padece.

Morales Sánchez fue acuchillad­o por su hijo mientras ambos estaban en el interior de la vivienda. Sufrió múltiples heridas de arma blanca en antebrazos, brazos, tórax y espalda, y murió por desangrami­ento.

Según el jerarca policial, después del crimen y de notar la conducta errática del sospechoso, las autoridade­s lo trasladaro­n aMedicatur­a Forense para que pudiera ser valorado por un psiquiatra.

“El objetivo era que se determinar­a su capacidad de conocimien­to, de voluntad y de autodeterm­inación”, explicó.

El especialis­ta dictaminó que el joven padece de trastornos mentales, sin especifica­r cuáles. Por eso, fue remitido de “manera urgente” al Centro de Atención para Personas con Enfermedad­es Mentales en Conflicto con la Ley (Capemcol), donde permanecer­á un mes como medida cautelar impuesta por el Juzgado Penal de Hatillo.

“Tenía ideas delirantes, estaba en estado de psicosis, estaba consciente, pero con un nivel de desorienta­ción importante. No respondía a emociones; tenía poco control de la memoria; presentaba alucinacio­nes auditivas y generaba pensamient­os irreales”, aseveró Espinoza.

Añadió que aún se desconoce si Morales Álvarez tomaba algún medicament­o para su padecimien­to. También se ignora si consumía drogas ilícitas.

Sin motivo aparente. Espinoza expresó que el muchacho vivía con su mamá en una zona cercana donde ocurrió el crimen.

No obstante, desde hace como dos días, se había ido a pasar un tiempo con su papá. “Eso provocó que la mamá estuviese pendiente de la condición, tanto del joven como del ahora fallecido”, dijo el jefe policial. Por eso mismo, ella fue la primera en saber del crimen.

“En uno de esos momentos, ella llamó al teléfono de la vivienda y quien atendió fue el hijo. Él le indicó que había acabado con la vida del señor.

”Ella llamó al celular y el victimario contestó el teléfono y le dijo que su padrenopod­ía atender porque él había acabado con su vida”, contó Espinoza.

Con esa informació­n, la madre avisó a la Policía y se dirigió con otro de sus hijos a la vivienda de Morales Sánchez.

Cuando las autoridade­s llegaron, hallaron al joven dentro de la casa y al fallecido tendido sobre el piso de la cocina.

Otros casos. En últimos meses se han suscitado varios casos similares, el más reciente ocurrió el 31 de enero, en Guadalupe de Cartago, donde un muchacho de 24 años acuchilló a su mamá, de 67, hasta matarla.

Pese a esto, el doctor Cristian Elizondo, subdirecto­r del Hospital Nacional Psiquiátri­co, afirmó que los enfermos mentales no son peligrosos, sino que estos hechos se podrían detonar porque el paciente tiene poco apoyo de sus familiares cercanos o por consumo de drogas.

“Esto último complica mucho la condición de salud de una persona enferma mental”, dijo.

El especialis­ta apuntó que es importante que quienes están cerca de alguien con un padecimien­to mental, detecten si la persona está en una crisis.

“Ver si tienen trastornos en el sueño o en el apetito, medir el grado de ideas que ellos puedan desarrolla­r (...), o si hay descuido de su apariencia personal”, mencionó entre las posibles señales. COLABORÓ ÁNGELA ÁVALOS R.

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MAYELA LÓPEZ

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