Criminólogo limonense manejará equipo gigante
LIMÓN. - En la mente de Carlos Hernández, limonense de 27 años, jamás estuvo operar megagrúas de 134 m de altura.
Jamás se visualizó descargando o cargando contenedores de grandes buques.
Tampoco pensó en viajar hasta Brasil o al lejano Egipto para aprender sobre el manejo de carga y todos los detalles de estas enormes estructuras.
Si esas ideas nunca estuvieron en los planes de Hernández, vecino de Bella Vista, en el centro de Limón, ¿cómo se convirtió en instructor de los operarios de grúas del nuevo megapuerto de Moín?
El joven, quien estudió Criminología, relató que en el 2015 entró a APM Terminals en una plaza de chofer y empezó a sentir atracción por la logística portuaria.
En setiembre de 2016, una compañera le habló sobre un puesto como jefe de seguridad, debido a sus estudios como criminólogo, pero también le comentó sobre unas pruebas para buscar operadores de grúas.
“Yo le dije que estudié Criminología, pero que a mí me llama más la atención la parte operativa y así fue como nació todo”, narró Hernández.
Duro proceso. Para asumir el puesto tuvo que superar un proceso de reclutamiento de casi un año, que incluyó pruebas en simuladores, evaluaciones técnicas y emocionales.
Una vez contratado, Hernández viajó junto a otro compañero a Brasil y a Egipto por dos meses, para el entrenamiento teórico-práctico.
“La primera vez subimos y ya estando arriba nos dice el instructor: ‘¿Sienten miedo?’, no sabía ni qué responder, porque si decía que tenía miedo quizás no me contrataban, pero el mismo instructor dijo que es normal sentir miedo en esa posición”, añadió.
Agregó que el nuevo puerto representa esperanzas para muchos jóvenes de la zona.
En su caso, manifiesta, le permitió aprender un nuevo oficio, salir del país y contribuir a los gastos de la casa, en la que vive con sus padres.