Gran tejido de micronegocios
negocios, están aquellos propietarios que afirman haber comenzado su proyecto porque hallaron una buena coyuntura en el mercado, deseaban organizar su propio proyecto o ser sus propios jefes.
Por otra parte, se contabilizan 170.000 propietarios que iniciaron sus actividades productivas empujados más por el apuro, debido a que no encontraban trabajo, su ingreso familiar era insuficiente o requería mayor flexibilidad de horario.
Estos hallazgos surgen de la Encuesta Nacional de Microempresas de los Hogares 2017, cuyos resultados fueron presentados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el jueves anterior.
La segunda edición del estudio –la primera fue en el 2015– llega en un momento oportuno. El mundo laboral está en plena transformación: la economía migra del agro y la manufactura a los servicios; las jornadas se vuelven flexibles, la permanencia con el mismo patrono es más efímera; hablamos de teletrabajo, de economía colaborativa, de digitalización y socialización de la información.
Lasalida individual para obtener ingresos parece ser el camino demuchos, pero, a la vez, vemos que la mayoría de estas iniciativas carecen de personería jurídica, de contabilidad formal y son de subsistencia.
El reto: buscar materia prima, potencial de escalar negocios y llevarlos al otro nivel. La tasa de desempleo en Costa Rica se mantuvo por encima del 9% en 27 de los últimos 30 trimestres, de acuerdo con la Encuesta Continua de Empleo, lo cual es un nivel alto en relación con la década anterior, además de persistente, pues viene desde la segunda mitad del 2010.
Con ese antecedente, una hipótesis coherente para explicar el aumento en años recientes en la cantidad de pequeños negocios en el hogar, es que las personas optan por esta salida ante la dificultad de encontrar un trabajo estable, de tiempo completo y formal. Sin embargo, para sorpresa, las motivaciones que dieron vida amiles de micronegocios familiares apuntan en muchas otras direcciones.
En el 2017 existían casi 418.000 emprendimientos caseros; en su mayoría, el disparador de su existencia fue la aparición de una oportunidad (48%), por encima del surgimiento de una necesidad (41%). En el primer grupo, cercano a los 200.000