Rastreo satelital pilla barcos sospechosos en aguas ticas
Resultado. Estudio detectó 100 embarcaciones que podrían estar ligadas a pesca ilegal o trasiego de drogas
Más de 100 embarcaciones extranjeras podrían haber actuado ilícitamente en mares costarricenses, según datos arrojados por el primer monitoreo tecnológico hecho en el país enfocado en seguirles el rastro a ese tipo de flotas.
El estudio, elaborado en conjunto entre la organización no gubernamental Conservación Internacional y el Servicio Nacional de Guardacostas, se llevó a cabo durante 18 meses, de abril del 2016 a setiembre del 2017.
¿El objetivo? Contar con datos que permitan tomar medidas para combatir delitos que, por falta de información, han sido secreto a voces en nuestros mares durante años.
Dosde ellos son la pesca ilegal de atún en zonas restringidas por su vulnerabilidad ambiental y el trasiego de droga en altamar, que muchas veces coincide con rutas pesqueras.
Se monitorearon más de 5.000 embarcaciones extranjeras que transitaron por la zona económica exclusiva (ZEE) del Pacífico costarricense, área que comprende una franja de 200 millas náuticas (370,4 kilómetros) desde la costa al mar.
En ese sitio, que es 11 veces más grande que el territorio nacional, Costa Rica puede explotar los recursos naturales vivos (para pesca) y los no vivos (para minería), siempre que ese aprovechamiento lo haga en forma responsable.
Los barcos rastreados fueron internacionales, debido a que solo utilizan frecuencias de transmisión públicas. Los na- cionales quedaron excluidos pues sus señales son privadas.
Se prestó especial atención a las embarcaciones dedicadas a la pesca atunera de cerco, la cual captura grandes cantidades de peces, utilizando enormes redes. Esta actividad ha sido prioridad para el país en los últimos tiempos, explicó Marco Quesada, director de Conservación Internacional en Costa Rica. Principales hallazgos. Los posibles hechos ilícitos cometidos por los navíos incluían actividades relacionadas con la pesca ilegal en el Área Marina de Manejo Montes Submarinos (AMMMS), alrededor del Parque Nacional Isla del Coco.
Asimismo, se detectó la operación de barcos de cerco en zonas cerradas a la pesca; es decir, posibles actividades sin licencia en aguas costarricenses.
¿Cómo se dieron cuenta de que algunos de los buques actuaban ilegalmente? Uno de los indicadores fue que las flotas apagaban la señal de transmisión al ingresar a las zonas de restricción de pesca de atún.
“Hay indicios queamarran a muchos tipos de cosas. Hay posibilidades de pesca activa en zonas de exclusión de atuneros o enáreas protegidas. Hemosvisto esas señales metiéndose y hay posibilidades de que haya habido pesca ilegal”, enfatizó Quesada.
Las conclusiones las fueron sacando una vez que analizaron datos como posición, velocidad y tiempo de navegación de cada una de las flotas.
“Cambios de posición, de velocidad y de tiempo pueden decir mucho de una actividad como la pesca. Los barcos en altamar y en la zona económica tienen derecho a libre navegación, pero un requisito es el tránsito ininterrumpido, a una velocidad constante. Cuando hay cambios en eso, ya uno dice: ‘¡Humm...!, ya no solamente están navegando’”, argumentó el especialista de Conservación Internacional.
Tecnología de punta. El monitoreo lo realizó Catapult/OceanMind, una organización basada en el Reino Unido que utiliza una plataforma de alta tecnología para seguir las señales satelitales emitidas por los barcos. R VEA INFOGRÁFICO.
Este echó mano de inteligencia artificial, de información
cruzada con bases de datos internacionales y de especialistas en pesca que interpretaron la información.
“La tecnología satelital y de inteligencia artificial realmente está allanando el camino para monitorear los océanos”, expresó en un comunicado Bradley Soule, jefe de analistas pesqueros de Catapult/OceanMind.
Dicho monitoreo supone todo un logro para el país, donde nunca antes se había realizado un conteo utilizando tecnología, sino que se hacía visualmente durante algún patrullaje, explicó Martín Arias, director del Servicio Nacional de Guardacostas.
Asimismo, mencionó Arias, aparte de que no fue necesaria ninguna inversión, pues el proyecto fue financiado por Conservación Internacional, la iniciativa despejó el panorama en relación con la pesca en el océano Pacífico tico.
“Nos sirvió para hacer un diagnóstico de cómo está la situación de pesca en la zona económica exclusiva, ver cómo es el movimiento en los diferentes meses del año, saber en cuáles áreas se da la explotación, así como conocer cuáles flotas lo hacen legalmente y cuáles lo hacen ilegalmente”, afirmó titular de Guardacostas.
Según contó el funcionario, el proyecto con Conservación Internacional se elaboró discretamente, para no alertar a las embarcaciones.
Se trató de un piloto cuyo objetivo fue hacer una radiografía en el océano Pacífico, que contribuyera con la planificación espacial marina, la gestión de la pesca y las estrategias de control y vigilancia.
Arias expresó que la esperanza es contar más adelante con financiamiento para tener regularmente un sistema de monitoreo de ese calibre.