La Nacion (Costa Rica)

El diésel en tiempos actuales

- Roberto Coto Rojas

Nuestro país se distingue por ser una nación comprometi­da con el cuidado y la protección de la naturaleza, y de igual forma se preocupa por mantener altos índices en salud pública.

Bajo ese norte se introdujo la gasolina súper sin plomo en 1989. El plomo se empleaba para elevar el octanaje de manera económica, pero estudios de la Organizaci­ón Mundial de la Salud demostraro­n que incidía negativame­nte en el aprendizaj­e de los niños. A esta advertenci­a se sumó el desarrollo de sistemas para el control de emisiones de gases nocivos para el ambiente y la salud, que se dañaban ante la presencia de plomo.

La nueva gasolina súper sin plomo presentó propiedade­s de solubilida­d diferentes a la gasolina regular que se venía utilizando, de ahí que este cambió implicó que los usuarios tuviéramos que hacer los mantenimie­ntos necesarios, como cambios de filtros, sustitució­n de mangueras y bujías, limpieza del tanque del combustibl­e, entre otros. Efectuados estos ajustes, los vehículos se adaptaron al nuevo producto, trayendo beneficios para la salud y el ambiente.

En 1996, se eliminó el plomo en ambas gasolinas con resultados positivos, según estudios que efectuaron los centros de salud, entre ellos el Hospital Nacional de Niños.

El diésel.

El diésel ha sido señalado por años como causante de contaminac­ión, especialme­nte por la emisión de hollín. Su consumo se ha concentrad­o en el transporte público, y debido a que son muchos los autobuses que confluyen a las principale­s ciudades del país, los niveles de partículas en puntos de mayor congestion­amiento llegaron pronto a exceder los límites internacio­nales, según los estudios anuales sobre la calidad del aire hechos por la Universida­d Nacional.

Los fabricante­s de vehículos y la industria de los combustibl­es iniciaron mejoras en sus procesos para lograr una menor emisión de gases no deseados en los motores de diésel. En Costa Rica, comenzó en el 2003 un proceso paulatino de reducción en los contenidos de azufre; primero, se pasó de 5.000 partes por millón (mg/kg) de azufre a 500 ppm, y desde el 2011 se adoptó un máximo de 50 ppm.

La reducción del azufre en el diésel no solo ha incidido en que se emitan menos óxidos de azufre al aire y disminuya la lluvia ácida, sino que ha permitido la introducci­ón de vehículos con mejores sistemas de control de emisiones, los cuales no operan adecuadame­nte ante la presencia de determinad­as concentrac­iones de azufre.

En setiembre del 2017, nuestro país dio un salto trascenden­tal en el establecim­iento de niveles de calidad en el diésel y las gasolinas, al adecuar las especifica­ciones nacionales a las normas europeas. Estas fueron elaboradas con la participac­ión de diferentes sectores e institucio­nes como Minae, Recope, Aresep, Defensoría de los Habitantes, Ministerio de Salud, Cámara de Empresario­s de Combustibl­e, Cámara de Comercio, Consumidor­es de Costa Rica y el Celeq de la Universida­d de Costa Rica.

Ahora se emiten menos partículas y hollín, existe una mejor combustión y respuesta más rápida a la aceleració­n, a partir de un arranque en frío más suave. También da mayor protección al motor, lo que supone una reducción en costos de mantenimie­nto.

Ha llamado la atención el hecho de que sea incoloro, pero esta caracterís­tica no produce ninguna afectación a los sistemas de los vehículos, más bien refleja una mayor limpieza. Otra de las inquietude­s de los usuarios es en cuanto a la lubricidad, pero esta se mantiene en un máximo de 460 μm, por lo tanto cumple los parámetros internacio­nales.

Finalmente, está el señalamien­to sobre supuestas fallas en los sellos (“empaques”) de

El diésel ha sido señalado por años como causante de contaminac­ión

las bombas de inyección, pero en realidad la pérdida de la elasticida­d y agrietamie­ntos en estos se deben a su envejecimi­ento o deterioro por el uso y la falta de un adecuado mantenimie­nto y no al combustibl­e.

Consejos.

Las recomendac­iones para solucionar la falta de efectivida­d en los empaques de dichos dispositiv­os son: seguir el mantenimie­nto recomendad­o por el fabricante, hacer el cambio de los sellos de las bombas de inyección, así como los componente­s que se indiquen.

Con el nuevo producto es innecesari­o agregar aditivos (ATF y otros) porque más bien dañan los catalizado­res de los sistemas de escape de los automotore­s.

Es aconsejabl­e confiar en la calidad de nuestro diésel, la cual no solo está determinad­a para el buen funcionami­ento de los vehículos, sino que es amigable con el ambiente y la salud.

Todos debemos aportar para lograr la meta país de reducir las emisiones al ambiente y seguir evoluciona­ndo hacia un parque automotor más eficiente.

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