Gobierno deja 20 obras inconclusas o sin iniciar
En cuatro años, concluyó seis grandes proyectos viales
Al asumir el poder, en mayo del 2014, Luis Guillermo Solís tenía sobre la mesa 26 grandes proyectos en vías, puentes y puertos. Cuatro años más tarde, dejará el Gobierno con una cifra de obras inconclusas o sin terminar tres veces mayor a las inauguradas.
Se podría decir que una de las huellas más profundas de su gestión es el reforzamiento y ampliación del puente sobre el río Virilla en la autopista General Cañas, conocida como la “platina”, cuyas reparaciones requirieron tres administraciones.
En su lista de obras terminadas también están la vía Chilamate-Vuelta Kopper, el paso a desnivel en Paso Ancho (San José), la ampliación del tramo Jardines del Recuerdo-La Pozuelo, la carretera Cañas-Liberia y la ejecución del crédito de $60 millones para decenas de caminos cantonales.
Con avances, está la construcción del megapuerto de Moín, en Limón, concesionado a la empresa holandesa APM Terminals.
También el viaducto de acceso a esa terminal portuaria (ruta 257), la punta norte y el tramo central de la nueva vía a San Carlos (que cumple 12 años de construcción), la ampliación del puente sobre el río Virilla en Lindora, Santa Ana, y el tramo norte de la carretera de Circunvalación.
En la franja de proyectos sin iniciar, que es la más grande, están la ampliación de la carretera San José-San Ramón, los tres pasos a desnivel en Circunvalación (Guadalupe, Garantías Sociales y la Bandera), la punta sur de la nueva vía a San Carlos, el nuevo puente del Saprissa, la construcción del tramo Cañas-Barranca y el intercambio Taras-La Lima, en Cartago.
Asimismo, aparecen el camino entre Birmania-Santa Cecilia, la conexión vial Palmar Norte-Paso Canoas y el asfaltado de los 44 km entre Paquera y Playa Naranjo, en Puntarenas.
Las 26 obras representan una inversión superior a los $3.000 millones. Parte de esos recursos provienen de seis créditos internacionales, firmados entre 2009 y 2014, por $1.598 millones.
Herencias. En resumen, Solís y su equipo lograron completar el 23% de las 26 obras mencionadas, otro 23% las deja con avances y un 54% sin iniciar.
La mayoría de la infraestructura corresponde a proyectos ideados en los dos gobiernos anteriores, que ya tenían financiamiento y algún grado de avance de la fase administrativa, pero que no se habían ejecutado por diferentes atrasos.
Por ejemplo, el gobierno de Laura Chinchilla (2010-2014) empezó el reforzamiento del puente de la “platina”, pero en los últimos cuatro años se concretó el diseño y ampliación a seis carriles. Esa secuencia de trabajos puso fin a 10 años de problemas en ese paso.
Otro caso, es la concesión del megapuerto de Moín, negociado en el gobierno de Óscar Arias (2006–2010), pero que permaneció varado por discusiones sindicales y ambientales. La construcción comenzó en el 2015 y la apertura sería en el 2019.
Por el contrario, planes urgentes como la ampliación de la vía San José–San Ramón y la construcción a cuatro carriles de los 107 km entre el cruce hacia Río Frío y Limón no se han iniciado.
En el caso de la carretera a San Ramón, el Gobierno apostó por un fideicomiso administrado por el Banco de Costa Rica (BCR) para financiarla. Sin embargo, esa entidad financiera y el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) aún no definen los diseños, el costo, el monto de los peajes, el número de expropiaciones y el plazo de la construcción, entre otras cosas.
Semanas atrás, el BCR informó de que para definir esos detalles necesitaría 37 meses.
Este proyecto lleva 14 años sin concretarse, pues inicialmente se había dado en concesión en el 2004, durante la administración de Abel Pacheco (2002-2006)
La nueva carretera a Limón está a la espera de que la constructora China Harbour Engineering Company (CHEC) finalice los diseños, importe la maquinaria y traiga los obreros necesarios para las labores.
Por su parte, el Conavi no ha tramitado ni una de las 1.400 expropiaciones necesarias.
Nota: 75... 50... 40. En entrevista con este diario, el presidente Solís dijo que se otorgaba un 75 de calificación en el campo de la ejecución de infraestructura.
Sin embargo, admitió que calificarse “es complicado”, pues, “dar un número absoluto de satisfacción no le permite a uno entender la importancia estratégica de algunas obras”. R VEA ENTREVISTA EN P. 5A
En un documento enviado a este diario, Casa Presidencial resume su labor en materia de infraestructura.
Entre los logros mencionan la última reforma a la Ley de Expropiaciones, la cual pretende reducir el tiempo en el que se ejecutan la adquisición de lotes para obras públicas.
También incluyen la modificación de la ley de creación del Conavi con la que le permiten usar los fondos de conservación
“HAY UNA GRAN CANTIDAD DE OBRAS QUE SE QUEDARON EN EL TAPETE, LO QUE MÁS PREOCUPA ES LA CARRETERA A SAN CARLOS, HAY PROBLEMAS TÉCNICOS QUE NO ESTÁN RESUELTOS.
Olman Vargas
Director ejecutivo del CFIA
“DESDE NUESTRO PUNTO DE VISTA, SIENDO OBJETIVOS, PARA NOSOTROS HAY UN SALDO NEGATIVO, HAY UNA MALA GESTIÓN PORQUE TODOS ESOS PROYECTOS YA VENÍAN AVANZADOS O DEFINIDOS DESDE ADMINISTRACIONES ANTERIORES.
Randall Murillo
Director ejecutivo de la CCC
“PUDIERON HABER AVANZADO MÁS EN LA PARTE CENTRAL (SIFÓN-LA ABUNDANCIA) SI TUVIERAN UNA MEJOR UNIDAD EJECUTORA, HAN AVANZADO, PERO NECESITAMOS MÁS EFICIENCIA, MÁS CONTROL.
Patricia Romero
Asociación pro Carretera Naranjo-Florencia
vial en obras nuevas menores.
El Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos (CFIA) y la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC) son más críticos la hora de evaluar la labor de Solís en infraestructura.
Olman Vargas, director ejecutivo del CFIA, afirmó que el Poder Ejecutivo merece un 50.
Randall Murillo, director ejecutivo de la CCC, fue todavía más estricto y le asignó un 40.
Vargas aseguró que la administración Solís mantuvo un discurso de darle prioridad a la construcción de infraestructura pública, pero que no lo llevó a la realidad.
Ambos representantes también coincidieron en calificar como error el que el Gobierno cediera la ejecución de algunos proyectos a la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS, por sus siglas en inglés).
Esa organización tiene a cargo la construcción de los puentes sobre el río Virilla en Lindora (que ya se inició) y el Saprissa (pendiente).
Además, los viaductos de Garantías Sociales, Guadalupe y la Bandera, en Circunvalación (varados en fase de contratación).