Unidad y sabiduría
que ocupa hoy este poder de la República costó la sangre de muchos costarricenses y que antes de su existencia, las elecciones en Costa Rica eran una farsa y se manipulaban desde los cuarteles o desde la Casa Presidencial. Cumplir con lo establecido por la Constitución Política es parte de los deberes del Tribunal Supremo de Elecciones. de inconvenientes, pero escribí y no obtuve respuesta. Lamento muchísimo toda esta situación, más al ser un cliente nuevo de la empresa. Me deja un muy mal sabor de boca. Los costarricenses escuchamos de los candidatos a la presidencia de la República los problemas que más nos apremian y golpean. Pero ya no se trata de hablar bonito, memorizar problemas y conmover al electorado, sino de saber hacer bien las cosas, de implementar las soluciones con inteligencia y pragmatismo de esos problemas en una ruta de desarrollo nacional, en un gobierno de unidad, de cara a nuestro bicentenario.
La grave crisis que atraviesa la educación costarricense merece el primer lugar de abordaje, porque de ella se derivan e interrelacionan todos los demás asuntos. Es un problema crítico, complejo e impostergable.
Hoy, más que nunca, necesitamos de la unidad y la sabiduría del pueblo costarricense. No es asunto de poderes, partidos políticos, clases sociales, religiones, profesiones, regiones, grupos de amigos o vecinos. La decisión responsable, al emitir el voto, debe ser por Costa Rica y los costarricenses, por la presente y las futuras generaciones.