Telescopio muestra la estrella más lejana
→ La supergigante se encuentra a unos 9.000 millones de años luz de la Tierra
La estrella individual más lejana de nuestro planeta que cualquier telescopio ha captado está a 9.000 millones de años luz, y este lunes se difundieron sus primeras imágenes.
Las fotografías fueron tomadas por el telescopio espacial Hubble, de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).
Su nombre “formal” es MACS J1149, pero los investigadores la bautizaron como Ícaro, igual que el personaje mitológico que utilizó alas de cera para huir del laberinto del Minotauro, pero que al querer volar tan alto para alcanzar el Sol, este derritió sus alas.
“Por primera vez en la historia, vemos una estrella ‘normal’ de forma individual. No es una supernova, no es una estela de rayos gamma, es una estrella en solitario, a 9.000 millones de años luz”, dijo a la prensa Alex Filippenko, uno de los científicos a cargo.
Hay dos factores que hacen casi imposible ver una estrella en solitario en esa lejanía, incluso con la tecnología del Hubble o de otro telescopio de mayor alcance y precisión.
El primero es que usualmente son galaxias completas las Número de veces que se magnificó el brillo de Ícaro que se logran captar, pues estas acumulan el brillo de todas sus estrellas (algunas cuentan con más de 10.000 millones).
El segundo aspecto es su lejanía; incluso la más alta tecnología actual hace que solo se vean estrellas individuales a una distancia máxima de 100 años luz; después de eso, una estrella única no es percibida del todo.
Coincidencia. Sin embargo, en el caso de Ícaro, una coincidencia astronómica magnificó su brillo y permitió que se observara.
“Esta es la primera vez que vemos una estrella individual magnificada. Pueden verse galaxias individuales, pero esta estrella está, al menos, cien veces más lejos que la siguiente estrella más lejana que podemos estudiar, si dejamos de lado las explosiones de supernova”, aseguró en un comunicado Patrick Kelly, coordinador del estudio.
El brillo de MACS J1149 se magnificó más de 2.000 veces debido a la gravedad de un cúmulo de galaxias que por un tiempo se colocaron enfrente. Incluso, este brillo generado en la estrella fue tan grande que llevó a los investigadores a nombrarla como Ícaro.
En otras palabras, este cúmulo de estrellas actuó como un “lente cósmico” que magnificó la imagen en el Hubble y la hizo visible. A esto se le conoce como lente gravitacional.
Las características de tal descubrimiento, hecho por múltiples científicos de varios países, se publicaron en la revista Nature Astronomy y en Astrophysical Journal.
Elhallazgo. ¿Cómo se descubrió Ícaro? Todo comenzó en abril del 2016, cuando Kelly la vio por primera vez. En aquel entonces él estaba estudiando una supernova que había descubierto dos años atrás. Para ello, estaba haciendo uso de un lente gravitacional en la constelación Leo. Esa supernova se dividió en cuatro imágenes.
El lente gravitacional resultó ser una galaxia masiva llamada MACS J1149+2223, ubicada a unos 5.000 millones de años luz del planeta Tierra.
Kelly y su equipo sospecharon que la estrella que vieron a lo lejos era algo más que la supernova que estaban analizando. Entonces estudiaron los colores de la luz y vieron que se trataba de una estrella solitaria, una supergigante azul.
Las supergigantes azules son estrellas muy luminosas y calientes. Son más de 10.000 veces más luminosas que el Sol y son las estrellas más activas de todas. Además, viven menos y su radiación es puramente de luz ultravioleta.
Aunque este tipo de estrella es sumamente brillante, su lejanía hacía imposible determinarla sin la acción de esta galaxia actuando como el mencionado lente gravitacional. “La naturaleza nos dio un lente más grande y potente que cualquiera que pudimos haber construido”, afirmó Filippenko.
■