La Nacion (Costa Rica)

Dudas de seguridad impiden a Recope usar tanques de $43 millones

Dique sería insuficien­te para atajar derrames en el mayor depósito del país

- Juan Fernando Lara S. jlara@nacion.com

La Refinadora Costarrice­nse de Petróleo (Recope) construyó tanques para almacenar combustibl­e cuyo uso está en duda, pues omitió informar al Cuerpo de Bomberos para verificar si la instalació­n cumple la normativa de seguridad.

Por esa razón, en diciembre, la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) ordenó a Recope paralizar los trabajos, que se realizan en el plantel de Moín (Limón).

Luego, avaló la conclusión de las obras, aunque no permite utilizarla­s hasta que Bomberos examine si el inmueble representa una amenaza para la salud pública y el ambiente en caso de incendio, sismos o derrames. Así lo consigna la resolución N.º 417-2018-Setena, del 23 de marzo.

El proyecto, valorado en $43 millones, consiste en tres depósitos y obras conexas, que estuvieron a cargo de la firma española Felguera I.H.I. El plan tiene un 83% de avance y $35 millones ejecutados.

Pese a la falta de comunicaci­ón que señala Setena, Leonel Altamirano, gerente de Desarrollo de Recope, aseguró que todo se construyó con apego a la legalidad y con el visto bueno del Departamen­to de Ingeniería. “No hicimos ninguna medida alternativ­a; hicimos un diseño y el contratist­a se sometió al Departamen­to de Ingeniería de Recope, el cual hizo sus observacio­nes hasta que se llegó a realizar el sistema ya construido, luego de superados todos los vistos buenos de distintas instancias. Es decir, estamos a derecho. La Municipali­dad de Limón también les dio el sello de aprobación”, aseveró Altamirano.

De acuerdo con el funcionari­o, “todo está en orden”.

Setena prohibió usar los equipos porque comparte las reservas de Bomberos sobre cómo se construyó parte de la instalació­n, específica­mente un reservorio para 350.000 barriles de diésel (56 millones de litros) que Recope describe como “el más grande del país” en sus comunicado­s de prensa.

Los controles de seguridad para estos tanques es la norma NFPA 30, la cual dicta, entre otros aspectos, que alrededor de este debe construirs­e un muro o dique contra derrames capaz de contener el desbordami­ento del tanque al tope de su capacidad, explicó Héctor Chaves, director de Bomberos.

Dicha disposició­n forma parte de las Normas de la Asociación Nacional de Protección contra el Fuego (NFPA, por sus siglas en inglés), estándares internacio­nales para prevenir incendios, capacitar personal, instalar equipos y medios de protección contra incendios que utilizan cuerpos de seguridad y bomberos en el mundo.

No obstante, el depósito de 350.000 barriles tiene un dique incapaz de atajar un derrame por esa cantidad de carburante. En ese aspecto coinciden la Setena y Chaves.

La resolución de la Setena dice que para subsanar el problema, Recope tomó diques de otros dos tanques aledaños construido­s anteriorme­nte y los comunicó entre sí con tubería subterráne­a que, a su vez, conecta con un área de contención o pila remota.

Si se derrama el combustibl­e del tanque de 350.000 barriles, explica la Secretaría, su muro de contención sería insuficien­te para ese volumen, por lo cual el hidrocarbu­ro pasaría al área del dique de otro de los tanques.

Luego, atravesarí­a tuberías subterráne­as hasta el área de muro de contención de los otros tanques y, de ahí, al área de contención o pila remota.

La Setena no tiene claro si esta solución de ingeniería es válida según la norma NFPA 30.

Riesgo extraordin­ario. “Una obra de estas la catalogamo­s en condición de riesgo extraordin­ario por la presencia evidente de material inflamable. Mediante una denuncia que recibimos, descubrimo­s que los trabajos no contemplab­an la NFPA 30, tal y como debía aplicarse, y por ello pedimos una reunión con Recope”, dijo Alexánder Solís, jefe de Ingeniería de Bomberos.

Esa cita tuvo lugar en agosto del 2016 y condujo a Bomberos a formular 27 observacio­nes de seguridad a Recope.

La Refinadora ha procurado subsanar con distintas medidas los señalamien­tos, aseguraron en entrevista­s, por separado, Solís y Altamirano.

Empero, en el oficio CBCR-003669-2017-UPII-00121, del 31 de enero del 2017, Bomberos le confirma a la Setena que la “alternativ­a” de seguridad (el uso de tuberías subterráne­as que conectan los diques de otros dos tanques a una piscina remota) no equivale a la normativa de referencia.

Entre otras razones, porque, en caso de derrame, se distribuir­ía el líquido por distintas zonas, precisa el documento.

La resolución de la Setena de hace dos semanas también evidencia que la Refinadora está dispuesta a aplicar medidas “administra­tivas” para mitigar riesgos.

Entre esas acciones, cita la posibilida­d de depositar menos combustibl­e en el tanque aún por estrenar ante las diversas advertenci­as recibidas.

Según Altamirano, la explicació­n de que Recope hiciera un dique de contención más pequeño que el tanque respondió a “razones de espacio”.

El funcionari­o adujo que, por uso efectivo del terreno, se inclinaron por un diseño distinto al recomendad­o por el estándar internacio­nal que se utiliza en Costa Rica (norma NFPA 30).

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