La Nacion (Costa Rica)

Tres aventurero­s comprometi­dos con el periodismo y la fotografía

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QUITO. AFP. - Javier, Paúl y Efraín, los dos periodista­s y el conductor del diario ecuatorian­o El Comercio asesinados en cautiverio, estaban tras una historia sobre violencia en la frontera cuando fueron secuestrad­os, el 26 de marzo, por disidentes de las FARC.

Su asesinato, confirmado por el Gobierno, marca con fuego la historia de Ecuador, un país que sufre de lleno los coletazos del conflicto que todavía persiste en Colombia, pese al acuerdo de paz con el que fuera el grupo rebelde más poderoso de América. ¿Quiénes eran ellos? Javier Ortega, de 32 años, vivió su adolescenc­ia en Valencia, España, donde trabajó en una heladería. De allí regresó a Ecuador para estudiar Periodismo. Era el último de tres hermanos, soltero y sin hijos.

Su familia lo describe como un hombre sereno, y sus amigos recuerdan, sobre todo, su sonrisa contagiosa.

Tenía seis años de trabajar en El Comercio cubriendo temas judiciales y de seguridad.

Entre sus coberturas destacadas, figuran el terremoto que asoló la costa ecuatorian­a en el 2016, y el accidente aéreo que dejó 22 militares muertos en la Amazonía ese mismo año. Asimismo, se ocupó de la deportació­n de decenas de cubanos desde Quito.

Reconocido. El fotógrafo Paúl Rivas, quien el 25 de abril iba a cumplir 46 años, tenía novia y una hija de 15 años. Coleccioni­sta de cámaras antiguas, dejó de lado una carrera en la publicidad por el oficio de “dibujar con la luz”.

Rivas, definido por su familia como un hombre sensible y bromista, heredó de su padre la pasión por captar imágenes y la traspasó a su hija adolescent­e.

En honor a su papá, ella hizo un libro con fotos tomadas por ambos.

Un reportaje fotográfic­o sobre los familiares de personas desapareci­das le dio el Premio Eugenio Espejo, que entrega la Unión Nacional de Periodista­s (UNP) de Quito.

Además, ganó en dos ocasiones el galardón Jorge Mantilla Ortega, que concede el diario en el cual trabajaba desde hace cerca de 20 años.

Amor por los perros. Efraín Segarra, a quien los periodista­s de El

Comercio conocían como Segarrita, tenía 60 años y era padre de dos hijos, uno de ellos reportero del matutino de Quito.

Su amor por los animales lo llevó en una ocasión a cuidar en su casa hasta 12 perros abandonado­s. En los últimos años adoptó dos gatos y un perro.

En 16 años de servicio en el periódico se aficionó a la fotografía. En su celular colecciona­ba los selfis de cada ciudad que visitaba, relató su familia.

Tener un hijo periodista era su orgullo. “Era un conductor minucioso y con una gran sonrisa”, recuerda María Elena Vaca, compañera en El Comercio.

De espíritu aventurero, Segarra trabajó como chofer en un ministerio, en el que manejó camiones blindados.

 ?? AP ?? Decenas de personas colocaron flores, este viernes, sobre una fotografía de los integrante­s del equipo de prensa del diario, en Quito.
AP Decenas de personas colocaron flores, este viernes, sobre una fotografía de los integrante­s del equipo de prensa del diario, en Quito.

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