La dama con los pies de alas
Desde la tribuna
CPERIODISTA onservo una bella fotografía de María Elena Valverde Coto. Aparece en la última escalinata de un avión, a punto de partir en una de las giras que esta pionera realizó con el Deportivo Femenino Costa Rica, allá por el año 1949, cuando el grupo de valientes muchachas marcó un parteaguas en la historia del fútbol nacional, al añadir el perfume de mujer y la impronta de la elegancia en el naciente balompié femenino tico.
Dirigidas por los hermanos Fernando y Manuel Emilio Bonilla, las chicas saltaron a la gramilla en el preliminar del Saprissa contra el Real Madrid, que se jugó el 15 de agosto de 1961 en el antiguo Nacional, lleno hasta la bandera.
Compartí con Laura Molina y William Miranda, mis entrañables amigos del Centro Costarricense de Producción Cinematográfica, el privilegio de una perdurable amistad con María Elena, quien depositaba religiosamente su boleto en la taquilla del Variedades, en cada edición de la Muestra de Cine y Video Costarricense, entre 1992 y 2010.
El Femenino Costa Rica sentó cátedra en las canchas nacionales y en el exterior. Dicen quienes la vieron jugar, que María Elena destacaba por su técnica exquisita, pues conducía el balón con la clase del legendario Álvaro Murillo. Y que al avanzar con sus botines sobre la gramilla, parecía que volaba.
La FIFA le otorgó la Orden al Mérito en el Mundial 2014. Del brazo de su hijo, Mauricio Brenes Valverde, María Elena departió en Brasil con verdaderas luminarias. Se distinguió además por conservar, como un tesoro, centenares de fotografías que certifican la historia del fútbol femenino, del que fue una de sus gestoras. Esta señora digna, estoica e indoblegable, falleció el martes 10 de abril.
Sepia y nostalgia. Con admiración, guardo esa imagen de María Elena. En la última escalinata del avión, vestida con el traje de gala del Femenino Costa Rica, el ángel de los pies con alas mira a la cámara, sonríe dulcemente. Y me dice adiós.