Perro ataca a niño y le causa heridas en la cabeza
→ Menor requirió reconstrucción de oreja; se encuentra estable en hospital
Un niño de tres años resultó con heridas de consideración en la cabeza ayer por la mañana, luego de ser atacado por un perro en Santa Isabel de Río Cuarto, Alajuela.
De acuerdo con las autoridades, el menor y su abuela, una mujer de apellido Salazar, estaban de visita donde un vecino cuando ocurrió el ataque.
El menor fue trasladado de emergencia a la Clínica de Pital y posteriormente llevado al Hospital San Carlos, donde lo reportan en condición estable. Presentaba una lesión en un ojo y una herida grande que le empezaba en una oreja.
“Tiene una herida en el lado derecho de la cabeza y otra en el ojo, pero su vida no está comprometida”, mencionó el médico Esteban Gutiérrez. Al menor se le sometió a una reconstrucción de la oreja y no sufrió daños en el ojo, según se informó.
El perro, de raza american stafford, es propiedad del vecino donde el niño y su abuela estaban de visita. Según testigos, el animal estaba amarrado y el menor se le acercó mucho.
Personal del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) llegó al sitio de la emergencia y se hizo cargo del perro.
Precaución. Según David Peiró, especialista en comportamiento canino y director de la Fundación Fogaus, perros como el american stafford o el pitbull pueden tener un buen comportamiento, al igual que cualquier otro can, pero si han tenido un manejo adecuado desde cachorros. El problema es que, al ser razas creadas para la lucha, tienen un umbral de reacción más bajo que los demás; es decir, ante situaciones conflictivas, atacan antes que otros perros.
“Conozco perros de esas razas que no matan ni una mosca, pero con dueños que los han educado bien”, dijo Peiró.
Rubén Rodríguez, de la Federación Canina de Costa Rica ACAN, manifestó que, en el caso de ayer, el propietario del perro (un hombre de apellidos Moya Abarca) no posee el conocimiento para la tenencia responsable de un perro como este.
Añade que el animal estaba encadenado y no contaba con las condiciones básicas para su salud mental. La forma en que vivía puede desatar en el perro estrés, cambios de temperamento y agresión.
Rodríguez pide a los dueños de perros de razas más agresivas aprender prácticas de manejo, adiestramiento y bienestar que eviten situaciones como la vivida ayer en Río Cuarto.
La directora del Hospital Nacional de Niños, Olga Arguedas, dijo que el año pasado atendieron 183 niños por mordeduras de perros; de ellos, 37 ameritaron hospitalización.
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