Día del Trabajo desencadena protestas en Latinoamérica
→En Honduras, policías disolvieron manifestación con gases lacrimógenos →Miles marcharon en Brasil contra el encarcelamiento del expresidente Lula
SAN JOSÉ. AFP, REDACCIÓN- Bombas lacrimógenas y represión en algunos, protestas o manifestaciones progubernamentales, América Latina tuvo una dispar celebración del Día del Trabajo.
Cientos de policías antimotines reprimieron a miles de manifestantes, atacándolos con bombas lacrimógenas, mientras celebraban con una marcha el Día Internacional de los Trabajadores en la capital hondureña.
Los manifestantes se dispersaban en medio de una densa capa de humo, mientras estallaban las bombas en el parque Central de la capital, de donde –entre otros– tuvo que escapar del gas Manuel Zelaya, el expresidente derrocado en 2009.
Rostro nuevo. En Cuba, entre miles de carteles con imágenes de Fidel y Raúl Castro y el Che Guevara, emergieron otros con la de Miguel Díaz-Canel. El nuevo presidente de Cuba es poco conocido por quienes participaron del desfile del 1.° de mayo, pero confían en que será un continuador de la revolución socialista.
Díaz-Canel arribó, junto a su antecesor, el general Raúl Castro, a la plaza de la Revolución en La Habana, donde lo aguardaban unas 900.000 almas para la marcha por el Día del Trabajador, su primera actividad multitudinaria desde que asumió el poder el 19 de abril.
El desfile estuvo presidido por Raúl Castro, en su condición de primer secretario del gobernante y único Partido Comunista y enfundado en su uniforme de general. Díaz-Canel, por su parte, vestía camisa blanca y la gorra de béisbol de la Selección cubana.
En Brasil, miles de personas protestaron por el encarcelamiento del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en el sur de Brasil donde cumple condena por corrupción.
Por lo menos 6.000 manifestantes
aprovecharon el Día del Trabajo para poner de relieve lo que dicen es el injusto encarcelamiento del exlíder sindical en la ciudad de Curitiba.
Libre o preso. La expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien se puso al frente de una campaña internacional por la libertad de Lula da Silva, advirtió, desde Buenos Aires, de que él ganará las elecciones de octubre aun desde la cárcel. Lula, en prisión desde el 7 de abril tras ser condenado a 12 años por corrupción y lavado de dinero, es el candidato del Partido Trabajador (PT) para las presidenciales.
A pesar de todo. En Venezuela no importó la hiperinflación estimada en 13.800% por el FMI en 2018, ni la escasez de alimentos básicos y medicinas, cientos de miles desfilaron junto al presidente Nicolás Maduro.
“El dinero no alcanza para nada”, lamentó Carlos durante la marcha chavista. Sufre en carne propia la aguda crisis, pero promete fidelidad a Maduro para ganar lo que llama la “guerra económica”.
Maduro aprovechó para pedir 10 millones de votos en las elecciones del 20 de mayo, en las cuales podrán sufragar 20,5 millones de venezolanos.
La oposición también organizó actos por el Día del Trabajador. Un centenar de personas se concentró en el este de Caracas en respuesta al llamado de la coalición Frente Amplio, que intenta –sin mayor éxito– reactivar las protestas de 2017.
En Guatemala, miles de trabajadores pidieron la renuncia del presidente Jimmy Morales, contra el que pesan varias denuncias de corrupción, y en Buenos Aires hubo un pedido similar contra el mandatario Mauricio Macri.
Mientras, en Chile, los sindicatos demandaron un “trato digno y salario justo” al presidente Sebastián Piñera.
El panorama se repitió en toda América Latina, donde varios países se aprestan a celebrar elecciones.