El traspaso de poderes será carbono neutral
→ ONG donará suma a finca en territorio indígena que protege árboles primarios
Todo el impacto ambiental de los gases efecto invernadero que se producirán por el traspaso de poderes será compensado: desde las emanaciones que harán los aviones en que vienen las delegaciones internacionales y los 200 vehículos que se usarán ese día, hasta la electricidad que gastarán las habitaciones de hotel.
Así lo tiene planeado la comisión que organiza la ceremonia de cambio de mando, el 8 de mayo, en un esfuerzo por hacer que el acto sea sostenible y, a la vez, que se le imprima un toque personal al primer día de la administración Alvarado Quesada.
El reto recae en los hombros de Gina Guillén, directora general de Protocolo y Ceremonial del Estado, quien le propuso la idea a Carlos Alvarado apenas supo que él sería el próximo presidente de la República.
“Yo, la primera vez que pude conversar con él, le dije: ‘Presidente electo, ¿usted nos autorizaría a hacer una locura? ¿Qué tal, ya que usted ha hablado tan- to de la carbono neutralidad, si hacemos de este el primer traspaso de poderes del mundo que sea carbono neutral?’. Y él me dijo: ‘¿Eso se puede?’. Y yo le dije que creía que sí, y entonces él dijo que sí”, relató Guillén.
En la tarea es clave la participación de entes no gubernamentales: la organización Costa Rica Neutral está calculando la huella de carbono total que producirá la logística del acto, y otro organismo, cuyo nombre Guillén no especificó, donará el dinero necesario para compensar el impacto mediante la figura de pago por servicios ambientales, del cual el país es pionero.
“¿Cómo se compensa? Se le paga a uno de estos sitios que mantiene árboles primarios, se les paga el equivalente de lo que cuesta que esos árboles absorban el dióxido de carbono. Ya nos buscamos un lugar lindísimo, una finca que está dentro de un territorio indígena; entonces lo que se pague le va a quedar al territorio”, dijo Guillén.
Una ceremonia austera. Además de ser sostenible, Alvarado solicitó que el acto en el que se le entregue el poder sea austero.
De acuerdo con Guillén, el presidente electo le pidió a la comisión de traspaso procurar que se gastaran menos de ¢75 millones, lo cual la funcionaria calificó como “casi imposible”.
La diplomática, empero, calcula que al final se destinarán menos de ¢80 millones. Esto representaría una reducción considerable en comparación con los traspasos del 2014 (¢150 millones) y el 2010 (¢198 millones).
Para ello, se tomaron medidas como cambiar el almuerzo para los invitados por un coctel en el Teatro Nacional.
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