La Nacion (Costa Rica)

Pacientes necesitado­s de diálisis se triplicaro­n

→ La cifra pasó de 269 que recibían terapia en el 2011 a 855 hace tres meses

- Irene Rodríguez S. irodriguez@nacion.com

La cantidad de pacientes que reciben terapia de diálisis para tratar la enfermedad renal crónica, se triplicó entre el 2011 y este año, según datos de la Caja Costarrice­nse de Seguro Social (CCSS), dados a conocer la mañana de ayer.

En el 2011, 269 pacientes recibían este tratamient­o, pero a febrero del 2018 se registraba­n 855 casos; es decir, la cifra aumentó un 317%.

La enfermedad renal se da cuando los riñones son incapaces de filtrar las toxinas y otras sustancias de desecho. Al no eliminarla­s, el cuerpo se contamina.

Hay dos formas de realizar una diálisis (o filtración): una es con un tubo flexible (catéter), llamada diálisis peritoneal, y la otra es con una máquina, llamada hemodiális­is. Cada sesión de hemodiális­is dura cerca de cuatro horas.

Es muy posible que quienes sufren este problema necesiten, tarde o temprano, un trasplante de riñón.

En promedio, cada persona recibe diálisis entre seis y tres meses antes de un trasplante, si se encuentra un donador vivo compatible, y entre dos y cuatro años si el donante es cadavérico. En este momento hay 174 personas a la espera de un riñón.

El impacto de la enfermedad también se ve en su mortalidad. Según la CCSS, desde el 2013 este padecimien­to se convirtió en la cuarta causa de muerte, después de la cardiopatí­a isquémica (principalm­ente infarto al corazón), los accidentes vasculares cerebrales (popularmen­te conocidos como “derrames cerebrales”) y la enfermedad pulmonar obstructiv­a crónica.

No hay una causa específica de este mal, pues son muchos los factores que se suman. Manuel Cerdas, nefrólogo del Hospital México, explicó que, en los pacientes mayores de 50 años, el riesgo de sufrir enfermedad­es renales es mayor cuando no se controlan los males crónicos, como hipertensi­ón o diabetes.

Por otro lado, están los trabajador­es agrícolas jóvenes, especialme­nte en Guanacaste, que presentan fallas renales. Esta enfermedad se ve en toda Mesoaméric­a y sus causas siguen en investigac­ión.

Una provincia bajo lupa. En Guanacaste, la enfermedad tiene caracterís­ticas muy particular­es, pues en promedio se comienza a ver en edades 20 años menores que en el resto del país.

En esta provincia también debe revisarse el componente genético.

Inés Arce, vecina de Cañas, tiene enfermedad renal crónica desde hace 23 años. Su madre y un hermano murieron de eso. Otros dos hermanos de ella han sido trasplanta­dos.

Arce también fue sometida a un trasplante, pero no lo resistió y tuvieron que quitarle el nuevo órgano. Ahora está en terapia de diálisis.

“Mis hijos están en revisión constante. Sabemos que hay cosas que no podemos comer, como frutas como el banano, que tienen mucho potasio, y también debemos pasar haciéndono­s exámenes, pero siempre nos han atendido muy bien”, expresó la mujer.

José Miguel Angulo, coordinado­r del Área de Normalizac­ión de la Atención de la CCSS, aclaró que la enfermedad no se circunscri­be a Guanacaste.

“No podemos decir que es solo de Guanacaste; ahí tiene caracterís­ticas muy específica­s, pero es un problema que se ve en todo el país y debemos atenderlo”, reconoció el médico.

La inversión. De acuerdo con la CCSS, cada sesión de hemodiális­is tiene un costo de ¢467.000, más un cargo administra­tivo, para un total de ¢484.000.

Esto es un aproximado de $800 por sesión. Al multiplica­rla por la cantidad de sesiones en el año, cada paciente implica una inversión anual de $124.800.

En julio del año pasado, la CCSS acordó destinar mayores fondos para atender este problema. Se crearon 44 nuevas plazas para asistentes de pacientes, auxiliares de enfermería, médicos y enfermeros. Estos nuevos puestos representa­n un costo de ¢756.298 millones.

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JOSÉ DÍAZ PARA LN. Libia Fernández (izquierda), vecina de San José, recibió un trasplante de riñón de su hijo. Ayer contó su testimonio, acompañada por José Miguel Angulo, coordinado­r del Área de Normalizac­ión de la Atención de la CCSS, y Manuel Cerdas Calderón, jefe de...
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