La Nacion (Costa Rica)

Bancos dan la espalda a plan de vía a San Ramón

Dudan de proyecto Nacional, BAC, Davivienda, BICSA, BID e INS rechazaron la petición Recursos escasos Conavi ofrecerá como garantía ingresos de peajes actuales

- Diego Bosque diego.bosque@nacion.com

Seis de las ocho entidades a las que el Banco de Costa Rica (BCR) solicitó un préstamo de $35 millones para financiar los estudios técnicos de la nueva vía a San Ramón, rechazaron participar en el proyecto.

Desde el 29 de noviembre, el BCR, administra­dor del fideicomis­o para la carretera, tocó las puertas del Banco Nacional, BAC San José, Davivienda, Banco Internacio­nal de Costa Rica (Bicsa), el Banco Interameri­cano de Desarrollo (BID) y el Instituto Nacional de Seguros (INS) para conseguir el dinero. Sin embargo, esas institucio­nes negaron la solicitud por diferentes razones.

Los recursos urgen para iniciar los análisis técnicos, económicos y financiero­s; gestionar los permisos ambientale­s, ejecutar expropiaci­ones y reubicar asentamien­tos. Ese proceso de preinversi­ón tardaría 37 meses, según estimacion­es del BCR.

De las ocho institucio­nes consultada­s, solo el Banco Popular mostró anuencia a dar el empréstito.

El Banco Centroamer­icano de Integració­n Económica (BCIE) declaró que podrían costear los estudios de prefactibi­lidad, solo uno de los componente­s para iniciar la construcci­ón.

Si nadie quiere dar el préstamo por $35 millones, ¿por qué el BCR no lo suministra? La entidad no puede hacerlo porque incurría en un conflicto de intere-

ses, pues ellos son los encargados de administra­r el fideicomis­o y realizar los estudios.

Esa entidad bancaria fue selecciona­da desde el 2016 por el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) para administra­r el fideicomis­o con el que se construirí­a la vía de 60 kilómetros, pero, a la fecha, el plan permanece estancado. El proyecto total costaría unos $550 millones.

Al desinterés de los bancos se suma el hecho de que el Conavi carece de fondos propios para pagar la preinversi­ón. Tampoco cuenta con presupuest­o para respaldar la deuda que se contraiga con algún banco.

La única opción que maneja es utilizar los ingresos de los peajes ubicados en la autopista General Cañas y Naranjo para responder por el crédito. Esas estaciones de cobro recaudaron en 2016, ¢1.600 millones, aproximada­mente.

La Unidad Administra­dora del Proyecto del BCR manifestó, por medio de un correo electrónic­o, que no se puede hablar de “dificultad” para obtener el financiami­ento.

“Los proyectos de gran complejida­d, magnitud e importanci­a social, como es el caso de la construcci­ón del corredor vial que va desde San José hasta San Ramón, deben realizarse con el más estricto control y aplicando mecanismos que aseguren la transparen­cia en la obtención del respectivo financiami­ento, obligación que inclusive asumimos contractua­lmente”, respondió.

Añadió que han negociado con el Banco Popular, pero están pendientes de definir las condicione­s del crédito y que el Consejo de Administra­ción del Conavi las avale.

El fideicomis­o fue la figura financiera selecciona­da por el gobierno de Luis Guillermo Solís para desarrolla­r la carretera. La ley que creó ese fideicomis­o fue firmada por el mandatario en febrero de 2015 .

Antes del fideicomis­o, la propuesta era construir la carretera bajo el modelo de concesión, pero esa idea fue desechada en 2013 tras la presión del Foro de Occidente por el alto costo de los peajes (¢3.930 ida y vuelta).

Para cancelar el contrato de concesión, el Estado tuvo que indemnizar a la empresa brasileña OAS por $35 millones, justo el monto que necesita ahora el país para pagar los estudios de preinversi­ón.

¿Por qué no? Las razones de los bancos para darle la espalda al proyecto de ampliación de la vía a San Ramón, se basan en que no existe suficiente informació­n para hacer una oferta de financiami­ento.

Además, exponen que no está claro de dónde sacaría recursos el Conavi para pagar la deuda que asuma.

En el caso del Instituto Nacional de Seguros (INS), la entidad fue más allá y cuestionó la eficiencia del BCR y el Conavi.

“En el INS deseamos invertir en este tipo de proyectos que, además, contribuye­n al desarrollo del país, pero, dada nuestra naturaleza de empresa en mercado de competenci­a, necesitamo­s que estos sean realizable­s y que nuestros socios –todos los costarrice­nses– no solo se sientan satisfecho­s por la decisión, sino, también, orgullosos de contribuir con el desarrollo nacional” , expresó Villegas en una nota enviada al BCR el 10 de enero anterior.

“Es nuestro sentir, que la propuesta de su representa­da de llevar a cabo la preinversi­ón en un plazo de 37 meses y, posteriorm­ente, la construcci­ón en los 36 meses siguientes está alejada de las necesidade­s reales del pueblo”, añadió.

El Instituto ofreció, desde setiembre de 2015, un crédito de $21 millones para todos los estudios previos, pero decidió retirar esa línea de financiami­ento en junio de 2017.

El presidente Solís señaló que recibió una copia de la carta remitida al BCR por el INS, pero aseguró desconocer los detalles.

“Mi posición frente a la carretera San José-San Ramón es que se tienen que seguir los más altos estándares técnicos; yo he dejado que sean los que saben quienes gestionen los recursos, establezca­n los términos de referencia, preparen los protocolos, leyes y reglamento­s”, expresó.

Solís reconoció que le hubiera gustado dejar este proyecto más avanzado.

Pobre posibilida­d. Los ingresos de los peajes de la autopista General Cañas (Alajuela) y la carretera Bernardo Soto (Naranjo) son los únicos recursos a los que puede echar mano el Conavi para respaldar el crédito de $35 millones necesarios para los estudios técnicos.

En Alajuela el monto que paga cada vehículo liviano es de ¢75 y en Naranjo es de ¢150. El Conavi ha intentado en los últimos tres años elevar esas tarifas, pero las solicitude­s han sido frenadas por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) por falta de estudios de demanda.

La opción no suena mal, pero esas estaciones de peaje recaudan montos que no alcanzan ni para pagar el mantenimie­nto actual de esos caminos.

De acuerdo con datos del Conavi, en 2015 recolectar­on ¢3.400 millones, de los cuales el 61% (¢2.075 millones) se utilizó para sostener los gastos operativos.

En 2016, el peaje de Naranjo recaudó ¢807 millones y el de la General Cañas ¢811 millones.

Conavi no suministró datos de ingresos más recientes.

 ?? MAYELA LÓPEZ ?? La carretera San José-San Ramón ya cumplió su vida útil, este el tramo de La Unión de San Ramón. Los intentos por hacer una intervenci­ón profunda no han fructifica­do
MAYELA LÓPEZ La carretera San José-San Ramón ya cumplió su vida útil, este el tramo de La Unión de San Ramón. Los intentos por hacer una intervenci­ón profunda no han fructifica­do
 ?? MAYELA LÓPEZ ?? El llamado cruce de Manolo’s forma parte de la carretera Bernardo Soto que une el aeropuerto Juan Santamaría con San Ramón. La vía la transitan unos 84.000 vehículos diarios.
MAYELA LÓPEZ El llamado cruce de Manolo’s forma parte de la carretera Bernardo Soto que une el aeropuerto Juan Santamaría con San Ramón. La vía la transitan unos 84.000 vehículos diarios.
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica