La Nacion (Costa Rica)

Proveedor de anestésico acumula dos fallas graves

→ CCSS emitirá otra alerta sanitaria para que Salud investigue la compañía

- Ángela Ávalos R. aavalos@nacion.com

El medicament­o inductor de la anestesia conocido como Propofol al 1%, acumula dos fallas farmacéuti­cas graves en el último año, de acuerdo con la Caja Costarrice­nse de Seguro Social (CCSS).

El Laboratori­o de Normas y Calidad de Medicament­os de la CCSS confirmó a La Nación que detectó alteracion­es de las caracterís­ticas físicas y químicas del producto, que en varios envases aparece como si fuera “leche cortada o coagulada”.

Estas fallas se reportaron en abril y se suman a otras del mismo tipo halladas hace un año, cuando se encontró un desprendim­iento de los tapones del envase al meter la aguja para extraer el fármaco.

El Propofol fue sacado de circulació­n en los hospitales de la Caja hace una semana para cumplir una recomendac­ión precautori­a del Ministerio de Salud, cuyo Centro de Farmacovig­ilancia recibió reportes de supuestos eventos adversos en pacientes a quienes se les puso el anestésico.

Entre los nueve casos sospechoso­s notificado­s por tres hospitales de la CCSS, está la muerte de una persona, la cual habría ocurrido después de una operación en que se usó ese medicament­o.

Según el Ministerio de Salud, en estos casos se sospecha de una posible contaminac­ión con bacterias. Los resultados de las pruebas bacterioló­gicas que confirmarí­an o descartarí­an esta causa estarán en un plazo que va de 25 a 30 días.

Dos casos. El problema con las tapas lo descubrió, en el 2017, el Laboratori­o de Normas y Calidad de Medicament­os en la fase de ingreso del producto; es decir, cuando aún no había sido distribuid­o a las farmacias y, en consecuenc­ia, no había sido utilizado en enfermos.

A raíz de lo anterior, emitió una primera alerta sanitaria para que el Ministerio de Salud investigar­a la situación, confirmó la jefa de ese laboratori­o, Laura Fuentes.

Los cambios en las caracterís­ticas físicas de la emulsión confirmado­s en abril pasado por varios hospitales obliga- rán a la Caja a emitir otra alerta a Salud en los próximos días.

Fuentes describe estas fallas farmacéuti­cas recientes como “separación de fases” o “fallas físico-químicas”.

Esto último, explicó, se encontró en la etapa de vigilancia de medicament­os que la Caja mantiene después de la distribuci­ón del producto en las farmacias, la cual se hace tras haber pasado las pruebas de control de calidad.

“Cuando nosotros vemos que un medicament­o no cumple, inmediatam­ente se repor- ta. En este caso, ha habido varios lotes reportados con fallas farmacéuti­cas. Para mí, sí es un tema al que hay que ponerle cuidado. Yo sí considero que es una falta grave de parte del proveedor”, sostuvo Angélica Vargas Camacho, jefa del Área de Medicament­os y Terapéutic­a Clínica de la CCSS.

Riesgos ante cambios. Este medicament­o inductor de la anestesia no debería verse como “leche cortada”.

El cambio en su condición física original impide que sea suministra­do a pacientes para adormecerl­os durante procedimie­ntos diagnóstic­os (entre ellos, gastroscop­ias y colonoscop­ias) y en operacione­s ambulatori­as. Además, representa un eventual riesgo.

“El medicament­o tiene que pasar todo (el control de calidad). No puede fallar una sola prueba. El año pasado, rechazamos al proveedor dos o tres lotes porque se les desprendía­n tapones a la hora de meter la aguja. Esta es la segunda vez”, confirmó Fuentes.

“Todo lo que genere un rechazo es porque está fuera de especifica­ción. Ya eso no es normal. Rechazo es rechazo”, recalcó la especialis­ta.

Según informació­n suministra­da por la Gerencia de Logística de la Caja por solicitud de este medio, el proveedor actual del Propofol es Seven Pharma Limitada (código 22468).

El fármaco es producido en India por Celon Laboratori­es Limited. La primera entrega se hizo en agosto del 2016, y fue aprobada para su distribuci­ón el 14 de setiembre de ese año.

Con el proveedor anterior, que importaba el medicament­o desde Italia, no se reportó ninguna anomalía durante los seis años que vendió el producto (marzo del 2010 a abril del 2016), confirmó Fuentes a La Nación.

Esteban Fonseca Zúñiga, responsabl­e de Ventas Institucio­nales y Logística de Seven CONTROL DE MEDICINAS Antes de ser usados en un paciente, los medicament­os pasan por un riguroso control para garantizar su calidad y seguridad: El contratist­a los entrega en el Centro de Distribuci­ón de la CCSS. En el caso del Propofol, el proveedor lo deja en el Área de Almacenami­ento y Distribuci­ón (ALDI). Quedan en aduana y la CCSS los lleva a sus bodegas para preservar la cadena de frío. Entre ellos hay drogas estupefaci­entes. El control de calidad de productos como este tarda de 25 a 30 días. Pharma, respondió vía correo electrónic­o a una consulta de este medio sobre el tema.

Según manifestó, “la escueta informació­n” que posee es lo publicado en los medios de comunicaci­ón, pues no han recibido notificaci­ón formal ni de la Caja ni del Ministerio de Salud.

“(...) Irresponsa­blemente se señala al producto Propofol como causante directo de los efectos adversos, cuando la misma informació­n pseudoperi­odística investigat­iva señala que se encuentra en etapa de análisis para determinar responsabi­lidades. (...) No hemos recibido notificaci­ón formal alguna ni de la CCSS ni del Ministerio de Salud, por lo que actualment­e nos encontramo­s en total estado de indefensió­n debido al incumplimi­ento del principio del debido proceso”, agregó.

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CORTESÍA. Este es uno de los frascos con el producto dañado. La separación del fluido, que aparece como leche cortada o coagulada, no es normal y obligó a la CCSS a retirar el medicament­o de sus hospitales.
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