Mayores réditos de bonos en EE. UU. empujan tasas
→Crecimiento en la economía de ese país provocó ajuste en política monetaria
→Si Costa Rica necesitara recursos externos, tendría que pagarlos más caros
El mercado internacional de bonos registra movimientos importantes en estos días, los cuales pusieron a correr a algunos países, como Argentina, y dada la alta integración financiera mundial, Costa Rica también siente los efectos.
Los cambios se originan en el crecimiento de la economía de Estados Unidos que motivó a la Reserva Federal (banco central de ese país) a subir las tasas de interés para evitar un sobrecalentamiento.
“La economía de Estados Unidos está bastante bien, creciendo, con inflación bajo control y desempleo muy bajo, y la política monetaria se está ajustando. Las tasas de interés han ido subiendo y se espera que continúen en la trayectoria hacia una posición normal”, explicó el analista Andrés Volio.
Este incremento en las tasas provocó un aumento en el rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, los cuales ahora resultan muy atractivos para los inversionistas, por su seguridad y buenas ganancias; no obstante, a la vez los ahorrantes se están deshaciendo de los bonos de deuda externa de países emergentes, que son más riesgosos.
Precio cae, rédito sube. Al aumentar la venta de los bonos de deuda externa de mercados emergentes, su precio cae o, lo que es lo mismo, su rendimiento aumenta.
Estos bonos tienen un precio y unos intereses cuando se venden por primera vez; por ejemplo, un precio de 100 y unos intereses de 5; empero, cuando se negocian en los mercados secundarios, si el precio baja, por ejemplo, a 95, y la persona que lo compra recibirá la misma cantidad de intereses (5), entonces obtiene un mejor rendimiento porque invirtió menos (95) y logró los mismos intereses.
Esta caída en los precios de los bonos afectó todos los países emergentes, pero aquellos que tienen problemas con la salida de divisas –pues poseen pocas reservas o requieren muchos recursos para sostener sus déficits–, resultaron más afectados, como Argentina.
“Los administradores de cartera venden los bonos y las monedas de los países que tienen mayores déficits de cuenta corriente y que no tienen niveles de reserva tan amplios –como es el caso de Argentina–, reciben este golpe desde mediados de abril”, explicó Douglas Montero, director de Fondos de Inversión de Aldesa.
La salida de divisas que se registró en Argentina, explicó Montero, generó una fuerte depreciación de la moneda (cercana al 23% este año) y obligó a las autoridades económicas de ese país a vender reservas para frenar el incremento en el precio de la divisa, y a subir hasta un 40% las tasas de interés para tratar de retener a los inversionistas.
Efectos en Costa Rica. En este contexto, los precios de los bonos de Costa Rica también cayeron. Actualmente, en el mercado internacional circulan seis emisiones de bonos ticos que vencen en los años 2020, 2023, 2025, 2043, 2044 y 2045.
El precio del bono que vence en el 2045, por ejemplo, pasó de 105,15, el 9 de marzo, a 99,18, el 8 de mayo, y por lo tanto su rendimiento subió de 6,74% a 7,23%.
Para Costa Rica, esta situación significa que si el país necesitara salir a vender más bonos en los mercados internacionales en este momento, para financiar su alto y persistente déficit fiscal, tendría que pagar tasas de interés más altas, lo cual agudiza el problema que ya sufre.
¿Podría implicar una presión adicional para las tasas internas del país? José Rafael Brenes, gerente de la Bolsa Nacional de Valores, así como Montero, consideran que todavía no.
“Ya las tasas locales se han venido ajustando, no necesariamente por este factor, pero igual acomodan ese cambio en expectativas. Si el efecto continúa, entonces sí es de esperar un impacto en el orden de lo que se ha visto ya”, detalló Brenes.
No obstante, el analista Andrés Volio tiene sus reservas. Él considera que esta situación sí pone presión sobre las tasas internas y dificulta y encarece el financiamiento del déficit del Gobierno.
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