Temer cede ante huelga y rebaja precio del diésel
→ Suspende cobros de peajes para los vehículos vacíos y fija una tarifa para fletes
BRASILIA. AFP. - El presidente Michel Temer cedió ante las demandas de los camioneros, en huelga hace una semana en Brasil, y anunció ayer una reducción del precio del diésel de 46 centavos por litro.
En un mensaje especial en televisión, Temer anunció otras medidas solicitadas por los transportistas, que mantienen paralizaciones en todo el territorio que impactan a los sectores de transporte, salud, educación y alimentos desde el pasado lunes.
El jueves pasado, el mandatario había ordenado a las Fuerzas Armadas poner fin al movimiento, pero las intervenciones para abastecer gasolineras y aeropuertos tuvieron un efecto limitado.
El promedio nacional del precio del diésel, según la Agencia Nacional de Petróleo, pasó de 3,356 reales en enero de este año a 3,595 reales el 19 de mayo, antes de la huelga. Alcanzó un pico de 3,788 reales el sábado, en el sexto día de paralización, según datos difundidos por el portal G1.
El mandatario anunció igualmente la suspensión del cobro de peajes a los ejes de los camiones vacíos en las carreteras federales, estatales y municipales, y una tabla mínima de precios de fletes.
En su intervención de casi ocho minutos, Temer informó de que recibió reportes preocupantes sobre el impacto de la huelga en la producción agropecuaria, con el riesgo de muerte de millones de animales por falta de raciones.
“Hicimos nuestra parte para atenuar problemas y sufrimientos. Las medidas que acabo de anunciar atienden las reivindicaciones que nos fueron presentadas”, dijo.
El domingo, Brasil enfrentaba graves problemas de abastecimiento.
Para tratar de limitar los daños, las autoridades comenzaron el viernes a escoltar a camiones cisterna en camino a las refinerías, después de que Temer autorizó el despliegue de las fuerzas de seguridad, incluido el Ejército, para despejar las carreteras.
Según el último informe de la Policía Federal de Transporte, 586 rutas continuaban parcialmente bloqueadas en el país en la noche del sábado.
Casi todas las estaciones de servicio carecían de combustible y los alimentos frescos desaparecían de las góndolas.
En los cinco primeros días de conflicto, la huelga costó más de 10.000 millones de reales (unos $2.800 millones) a la economía, de acuerdo con el diario Folha de S. Paulo, que compiló estimaciones de los principales sectores de actividad.
Temer autorizó por decreto el sábado la requisa de vehículos privados “necesarios para el transporte de mercaderías consideradas esenciales por las autoridades”.
La prioridad era para aeropuertos, centrales termoeléctricas, a la vez que se reanudaba el abastecimiento de insumos en centros de salud, donde la paralización afectó los traslados para trasplante de órganos.
En Río de Janeiro, el sistema BRT –buses articulados introducidos durante los Juegos Olímpicos de 2016 que transitan por carriles exclusivos– fue parcialmente interrumpido por fal- ta de combustible.
Líneas de autobuses en varios estados también habían dejado de funcionar en la mañana del sábado debido a la falta de abastecimiento, pero se reactivó en la noche, gracias a la llegada de camiones cisterna. Ayer operaban a 20% de capacidad.
Las universidades públicas ya anunciaron que hoy permanecerán cerradas.
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