Destituido jefe del Sinart en medio de investigación
Consejo de Gobierno solicita a la Fiscalía indagar si incurrió en tráfico de influencias
El presidente Carlos Alvarado destituyó a Mario Alfaro de la presidencia del Sistema Nacional de Radio y Televisión (Sinart) y remitió su caso al Ministerio Público.
El mandatario lo decidió luego de que la Secretaría de Actas del Consejo de Gobierno rindió un informe sobre un presunto tráfico de influencias de Alfaro en favor de una cooperativa de familiares.
“He solicitado al Consejo de Gobierno el remover de su cargo a Mario Alfaro como presidente del Sinart”, declaró el presidente Alvarado.
Agregó que su petición fue aceptada y la destitución rige desde este martes.
El acuerdo se tomó según las competencias que tiene el Consejo de Gobierno, y no con base en la investigación preliminar, informó el ministro de la Presidencia, Rodolfo Piza.
Para ello, se fundamentó en el oficio AL-051-2010, de la Asesoría Legal del Sinart, el cual respalda la competencia del Consejo de Gobierno respecto a la libre remoción de quien ocupe la Presidencia Ejecutiva de la empresa estatal, según el inciso a) del artículo 10 de la ley que regula dicha institución.
Adicionalmente, la Secretaría de Actas del Consejo de Gobierno enviará su informe sobre el caso al Ministerio Público, para que el procedimiento continúe en la vía judicial.
En vista de que Alfaro estaba nombrado hasta el 2022, el Gobierno consultará a la Procuraduría General de la República si procede el pago de cesantía.
Decisión ‘arbitraria’. Mediante un comunicado emitido la tarde de este martes, Alfaro calificó de “arbitraria” su remoción y dijo que ejercerá acciones legales contra el Poder Ejecutivo.
Aunque el presidente Alvarado anunció la destitución del jerarca a partir de ayer mismo, Alfaro señaló, por medio de un mensaje en WhatsApp, que se presentó a trabajar y que concluyó su jornada laboral.
“Una conferencia y un comunicado de prensa no es un acto administrativo. No es admisible que me haya enterado por la prensa”, señaló.
Alfaro insiste en que la decisión de destituirlo del Sinart obedece a una persecución política que está basada, además, en el deseo de esta administración de designar a otra persona en el cargo que hasta ayer ocupaba.
“La inexistencia de actos contrarios a la probidad, el contexto que rodea a la administración Alvarado Quesada y el evidente interés político en mi puesto, son los claros motivos que explican esta decisión sumarísima, sin debido proceso y absolutamente arbitraria”, indicó en el comunicado.
Alfaro alega que él no pretendía contratar a la cooperativa de sus familiares, sino que solo se imitara el modelo de factoreo en la agencia de publicidad del Sinart.R VEA RECUADRO.
Supuesto complot. El lunes, el expresidente del Sinart compareció ante la Asamblea Legislativa y dijo que tres jerarcas del gobierno de Luis Guillermo Solís boicotearon una investigación que se desarrollaba en el Sinart, en torno a la forma en que salió de la institución el actual diputado de Acción Ciudadana (PAC) Enrique Sánchez.
Alfaro señaló a los exministros de Presidencia y Comunicación, Sergio Alfaro y Mauricio Herrera, así como a la titular de Cultura, Sylvie Durán.
Consultado sobre el papel de la jerarca de Cultura en ese caso, Rodolfo Piza se limitó a decir que ella no participó en la decisión sobre Mario Alfaro.
Según Alfaro, la administración de Solís hizo lo posible por que no se conociera, antes de la segunda ronda del 1.° de abril, un informe jurídico sobre la forma en que Pablo Cárdenas, exdirector general del Sinart, permitió la salida de Sánchez.
Sánchez, quien se desempeñaba como asesor de Cárdenas, solicitó un permiso para ausentarse de sus labores antes de la primera ronda electoral. Debía regresar al trabajo el 12 de febrero. Empero, tras ganar la curul, Sánchez no regresó a trabajar, por lo que los directivos del Sinart pidieron explicaciones.
Cárdenas les dijo que lo había despedido con responsabilidad patronal, lo que habría implicado el pago de prestaciones, pese a que el actual parlamentario era el que estaba incumpliendo el contrato laboral.
Luego, Cárdenas cambió la versión y les informó a los directivos de que la carta de despido nunca se le entregó a Sánchez, quien renunció el 22 de febrero en forma retroactiva.
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