‘Aedes aegypti’ está creando resistencia a insecticidas
→ Estudio de la UCR halló que mosquito se fortalece ante ese método de control
El zancudo Aedes aegypti, transmisor de enfermedades como dengue, zika y chikunguña, está desarrollando resistencia contra dos de los insecticidas más usadas en las fumigaciones que procuran controlar su reproducción.
Esto, según los primeros resultados de una investigación de la Universidad de Costa Rica (UCR), el Ministerio de Salud, la Red Latinoamericana de Control de Vectores (Relcov) y el Instituto Pedro Kouri, de La Habana, Cuba.
Se trata de una conclusión importante, dado que estas enfermedades no tienen cura; solo el dengue contempla vacuna. Por eso, eliminar criaderos del zancudo es la principal arma de los sistemas de salud pública para controlar el vector.
El estudio. Esta es la primera vez que se realiza una investigación de este tipo en el país.
Los investigadores, liderados por los microbiólogos de la UCR, Ólger Calderón y Adriana Troyo, recolectaron muestras de zancudos y larvas en Guácimo, Guápiles, Siquirres, Limón, Jacó, Barranca, Quepos y Orotina.
Esas zonas tienen una alta incidencia de enfermedades transmitidas por el Aedes aegypti y son lugares donde son comunes las campañas de fumigación contra el zancudo.
Luego, los científicos evaluaron si tenían resistencia contra tres químicos: la deltametrina y la cipermetrina –usados en el control de zancudos adultos–; y el temefós, que se utiliza contra las larvas. Hallaron resistencia evidente al primero en los mosquitos de Siquirres, y resistencia leve al segundo en Guácimo, Guápiles y Limón.
En el Pacífico central hubo resistencia evidente a la deltametrina en mosquitos de Jacó y resistencia a la cipermetrina en Barranca, Jacó y Orotina.
Las larvas no presentaron ninguna resistencia al temefós, lo que da un respiro a las autoridades, pues es la forma de control más temprana del vector.
¿Cómo surge esa resistencia? En el caso del Aedes aegypti, se encontró que el tipo de resistencia más común se denomina citocromo P450 monooxigenasa. Esto es que el zancudo produce unas enzimas en mayor cantidad para evitar que el insecticida lo afecte. A eso se le llama detoxificación enzimática.
Sin embargo, eso no se vio en todas las muestras, sino únicamente en la deltametrina en cepas de Siquirres y Jacó, y para la cipermetrina en las de Guácimo, Guápiles, Limón y Orotina.
Para los científicos, es posible que haya mutaciones genéticas que motiven la resistencia.
“Los hallazgos son un llamado de atención a la población para racionalizar el uso de estos productos químicos. En el caso del Aedes aegypti, la principal alternativa de control es eliminar criaderos (...). Por eso, no recomendamos que la gente busque esos insecticidas y los use indiscriminadamente en sus hogares”, refirió Calderón.
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