Partidos clave, los del Mundial

Desde la tribuna

EPERIODISTA l tridente de fogueos antes del debut en Rusia podría confundir a algunos porque, más allá de los buenos o malos resultados, no ayuda a esclarecer la interrogante del “cómo estamos”.

Rifarse la credibilidad en tres partidos que no puntúan ni permiten ver el verdadero nivel a nueve días del debut ante Serbia, podría resultar muy caro a un analista metido a adivino.

Mejor aliarse con la prudencia, afinar el ojo para ver movimientos, hombres y roles, y tirar línea acerca de quiénes están para arrancar ese domingo 17 de junio cuando el país se paralice.

Sin quemar neuronas, está claro que Ramírez ya tiene el once: Navas; el triángulo Pipo, Duarte y Acosta, con los laderos Gamboa y Oviedo; en el medio Celso con Guzmán, más arriba Bryan con Bolaños, y Ureña de llanero solitario.

La duda es si Christian llegará en condiciones, lo que le entreabre la puerta a Venegas, Campbell y Colindres, en ese orden, para completar una formación que puede citarse con la historia desde el mismo debut.

En los fogueos se disfrazan las fortalezas hasta tal grado que, por ejemplo, no se pone en escena el arsenal de táctica fija para no dar ventajas ni permitir que el rival tome nota y prepare el antídoto.

Esto, a pesar de que en el juego ante Irlanda, por ejemplo, el primer gol de Venegas patentó que se puede llegar a la red a dos toques de cabeza desde el saque de esquina, sin importar quién ni desde qué sector se cobre.

Un dato que consuela es que si Bolaños no alcanza la forma que las circunstancias demandan, Venegas, Joel y Coli pueden dar la nota que el equipo patrio necesita, aunque en roles diferentes.

No soy devoto de Christian ni mucho menos, pero tampoco puedo negar que su aporte táctico es decisivo, porque juega de memoria, se sabe todos los secretos del puesto –en ataque o defensa–, tiene desequilibrio y define a un toque.

Hay un hombre decisivo, que se ganó la confianza del técnico anterior, y en el que no hemos reparado como se merece. Hablo de Yeltsin, el “cocodrilo”,

Estrategia

bautizado sí por la exigente prensa italiana en Brasil 2014.

Lo compararon con el reptil porque se comía el talento de los medios centros rivales, mordiendo siempre y cortando los circuitos del juego, para ganar la posesión con limpieza, darla y montar un ataque.

No ha sido de los regulares del ciclo ni de la era Ramírez por lesiones o inacción en su club, pero es un hombre que puede asegurar ese blindaje necesario si el marcador es favorable y el tiempo apremia.

Pero los partidos clave, los que verdaderamente le dan de comer a la historia, son esos tres que tienen un hueco en la agenda: Serbia, Brasil y Suiza. Lo demás es mera especulación.

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