UCR estudia la agresividad de bacteria asociada al cáncer gástrico
→Técnica de fluorescencia ‘ilumina’ células humanas cuando presentan inflamación →Saber cuáles tipos del microorganismo hacen daño ayudaría a formular tratamientos
Especialistas del Instituto de Investigaciones de Salud (Inisa), de la Universidad de Costa Rica (UCR), estudian a fondo la agresividad de la bacteria Helicobacter pylori, la cual está asociada al cáncer gástrico, el tumor más mortal para los hombres ticos y el segundo por el que más fallecen las ticas.
El fin de estos investigadores es analizar diferentes cepas de esta bacteria y ver cuáles logran desarrollar inflamación en células humanas cultivadas en laboratorio. Los procesos inflamatorios suelen ser la antesala de un tumor en el estómago.
Para ello, el equipo, liderado por la doctora en Microbiología Silvia Molina, usa una nueva tecnología de fluorescencia que “ilumina” las células en caso de inflamación o de señales de que vaya a presentarse.
“Cuando la bacteria infecta el estómago, lo primero que se produce es inflamación, lo que muchas personas interpretan como síntomas de gastritis. El sensor de fluorescencia nos indica si esto está ocurriendo”, destacó la especialista.
“Estudiamos por qué la Helicobacter pylori predispone al cáncer. No se trata de una técnica de diagnóstico para las personas, pero sí de conocer bien la bacteria y ver cuáles tipos están relacionados con cáncer y cuáles no”, añadió.
Conforme se conozcan las cepas de este microorganismo, se podrá, en el futuro, dar recomendaciones para eventuales detecciones y las medidas que se deben tomar en cuenta durante el tratamiento.
¿Cómo actúa la bacteria? La Helicobacter pylori está alojada en el organismo del 80% de los costarricenses. Su alta incidencia en Costa Rica es una de las razones que motivaron este estudio.
Solo cerca del 5% al 10% de quienes la tienen desarrollan una infección, que puede ir desde una simple inflamación hasta cáncer.
“El cáncer gástrico no es un cáncer que aparece de un día para otro, sino que se desarrolla en un periodo largo. Primero, como lesiones precancerosas que, si se detienen en ese momento, ya no siguen avanzando hacia el cáncer. Entonces, lo que queremos es entender qué es lo que hace esa bacteria para que la gastritis pase a ser metaplasia, displasia y luego cáncer”, explicó la investigadora.
Según Molina, hay cepas de la bacteria con las que el ser humano puede convivir sin ningún problema y otras que sí están relacionadas con el cáncer.
La investigación ayudaría a caracterizar dichas cepas y a que puedan conocerse bien cuáles son, para así evitar dar medicamentos innecesarios a quienes tengan un tipo que no represente riesgos para la salud.
Esto es particularmente importante pues los tratamientos contra la bacteria son muy fuertes y consisten en varios días de antibióticos y medicamentos para bajar la acidez.
Además, en el caso de las cepas que sí pueden ser cancerosas, la información podría contribuir a tomar mejores decisiones con respecto a exámenes y tratamientos.
Letal. Lo anterior es vital en un país donde los tumores en el tracto digestivo son muy comunes. En el 2014 (último año para el cual hay datos disponibles) se dieron 686 casos. La mortalidad también es de las más altas: en el 2016 (año más reciente con datos disponibles), 658 costarricenses fallecieron por esta enfermedad.
Según las estadísticas, la población masculina costarricense es la más afectada: por cada tica con un tumor gástrico, hay dos hombres que sufren esta afección.
Lugares como Cartago, San Vito de Coto Brus –en la región sur del país– y la zona de los Santos, presentan la mayor incidencia de esta bacteria.
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