La Nacion (Costa Rica)

Un retador programa de Harvard acoge a arquitecto tico

→ Se trata del primer centroamer­icano que participa; solo 9 latinos han asistido

- Lucía Astorga lucia.astorga@nacion.com

Cada año, la Escuela de Diseño de Harvard, Estados Unidos, selecciona a un reducido grupo de profesiona­les para desarrolla­r proyectos que permitan hacer del mundo un lugar mejor para todos y, por primera vez, contará con un centroamer­icano entre sus elegidos.

Se trata del arquitecto costarrice­nse Michael Smith, quien a sus 39 años fue escogido para integrar la generación 2018-2019 de la prestigios­a Loeb Fellowship.

Recienteme­nte, él y su socio, Alejandro Vallejo, fueron premiados en la 16.ª Bienal de Arquitectu­ra de Venecia, considerad­a la más importante del mundo.

El programa de Harvard que ganó Smith, tendrá un año de duración. Lo que este busca es potenciar el liderazgo de personas innovadora­s, mejorar el impacto de su trabajo en el futuro y conectarla­s a una red mundial de profesiona­les enfocados en cambiar sus respectiva­s comunidade­s.

Solamente nueve personas de América Latina han ganado la Fellowship. Estas provienen de República Dominicana, México, Colombia, Brasil y Chile. cuenta y selecciona­das.

“Es un programa que está empezando a abrirse más. Entonces, para mí es un reto y una responsabi­lidad aprovechar ese año, porque sé que puede abrirles las puertas a muchas personas, más adelante”, expresó.

El tico ya tuvo un primer contacto con lo que será esta nueva experienci­a. Hace un mes pudo asistir a la sede universita­ria, en el estado de Massachuse­tts, para recibir una orientació­n y conocer a otros participan­tes.

“Cuando uno llega allá, le dicen: ‘Tenés acceso ilimitado a todos los recursos académicos de Harvard y del Instituto Tecnológic­o de Massachuse­tts (MIT); hagan lo que quieran por un año’. Uno que está acostumbra­do a pulsearla siempre y que le digan ‘haga lo que quiera’, es abrumador”, dijo Smith. Los participan­tes del Loeb Fellowship no obtendrán un nuevo grado académico, más bien son ellos quienes deben dejar una contribuci­ón para nuevas generacion­es de estudiante­s.

“A veces, la gente piensa que me dieron una beca para una maestría o un doctorado, cuando, en realidad, es más potente que eso. Harvard selecciona gente para que vaya ahí a impactar la facultad de ellos”.

“Yo lo que les propuse es seguir trabajando en la línea de nuestra oficina, que es regeneraci­ón urbana en asentamien­tos informales (precarios)”.

Para el arquitecto será fundamenta­l el roce con personas que están a la vanguardia, trabajando con asentamien­tos informales, mitigación de la pobreza y regeneraci­ón urbana.

“Procuraré compartir lo que hacemos, aprender de otros y establecer estrategia­s para, cuando regrese, seguir abordando los temas con más fuerza”, manifestó.

■ Los beneficiad­os por la Loeb Fellowship desde 1970

Orgullo. Smith toma con orgullo y responsabi­lidad el ser el primer representa­nte de la región, por lo que espera dejar muy en alto su nombre, para que en futuras oportunida­des más personas de Centroamér­ica y el país, sean tomadas en

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JOHN DURÁN Michael Smith trabaja en regeneraci­ón urbana. Un ejemplo es su proyecto Cueva de Luz, en el asentamien­to josefino de La Carpio. Con él ganó un importante premio junto a su socio, Alejandro Vallejo.
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