Asamblea evalúa salario único a nuevos empleados
→ También se estudia reducir horas extra y cambiar pago de las anualidades
El Directorio de la Asamblea Legislativa analiza, junto con la Dirección Ejecutiva del Congreso, una propuesta para migrar hacia un sistema de salario único para los nuevos empleados, en el que no se pagan los pluses, lo cuales provocan un efecto multiplicador en el costo de las remuneraciones.
Además, estudia varias propuestas para reducir los gastos actuales y futuros del Congreso, en particular los generados por la planilla.
Aunque ya existía un estudio sobre salario único, realizado por el Departamento Financiero del Congreso, el anterior Directorio nunca lo sometió a discusión.
De haberlo hecho se habría podido poner en práctica desde mayo pasado. Así, los 330 asesores que iniciaron labores, junto con los nuevos diputados, habrían entrado con esas nuevas condiciones.
La presidenta del Directorio, Carolina Hidalgo, explicó que la propuesta de salario único no estaba entre las presentadas por el director ejecutivo, Antonio Ayales, pero ese órgano colegiado le solicitó actualizar el estudio y retomar la propuesta.
Aunque Ayales considera que no podría haber mayor ahorro, porque la masa de asesores sale de funciones en el 2022, Hidalgo alegó que, eventualmente, se podría contratar a nuevos empleados bajo ese parámetro e ir generando ahorro.
Recortes. Entre otras acciones bajo estudio, están la de reducir el pago de horas extra a un 40% o un 50% de lo que se gasta actualmente, modificar el pago de las anualidades, ya sea a un porcentaje menor o al pago de un monto fijo (como hizo el Gobierno), así como reducir lo pagado por dedicación exclusiva y reactivar la movilidad laboral.
Actualmente, el Congreso paga anualidades de hasta un 4,6% y hay otros pluses, como el incentivo legislativo, que se paga a los empleados del Congreso solo por laborar ahí.
Ayales explicó que se podría adoptar una anualidad con un porcentaje fijo, basado en el monto que se había planteado en la Comisión de Reforma Fiscal, que era de un 1,94%.
El funcionario aseguró que él promueve que se reactive la movilidad laboral por el ahorro que significaría, pero que se permita incluso para personal a punto de jubilarse.
“El 80% del presupuesto es planilla. Si uno recorta en galletas y viáticos, baja ¢10 o ¢15 millones, pero una plaza de profesional 2B representa un ahorro de ¢40 millones por año”, dijo.
Añadió que, en los dos primeros años del periodo 2014-2018, hubo 42 movilizaciones, todas de empleados por pensionarse, pero después de un acuerdo del Directorio para impedir que se le aprobara a gente por jubilarse, ni uno solo se inscribió en el programa de movilidad.
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