Izquierda y derecha en Colombia van a duelo por Presidencia
→ Lucha contra la corrupción, el narco y el trato con Venezuela fueron parte de la campaña en esta nación de 49 millones de habitantes
BOGOTÁ. AFP. - Nunca antes Colombia tuvo que definir entre derecha o izquierda como lo hará este domingo, en un resultado que determinará la suerte de los acuerdos que buscan enterrar el último conflicto de guerrillas de América.
El derechista Iván Duque o el exguerrillero Gustavo Petro; el regreso al poder de la derecha conservadora o el primer gobierno de izquierda... Unos 36 millones de electores están convocados al histórico balotaje.
Duque, de 41 años, lidera las encuestas, pero Petro (58), cree poder convertirse en el primer presidente que gobernaría sin la amenaza de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en seis décadas.
Precisamente, el pacto que desarmó esa organización y evitó miles de muertes, es eje de la campaña para elegir al sucesor de Juan Manuel Santos, junto a otros temas, como la lucha contra la corrupción y el narcotráfico, y el trato con Venezuela.
Duque, que triunfó en la primera vuelta con el 39% de votos, podría ser el mandatario elegido popularmente más joven de Colombia desde 1872.
Una de sus propuestas es que los jefes rebeldes culpables de delitos atroces deben pagar un mínimo de cárcel y no ocupar escaños parlamentarios.
“Si una persona está en el Congreso y le ratifican una condena por crímenes de lesa humanidad, debe dejar la curul”, advirtió. También propone endurecer las condiciones para el diálogo actual con rebeldes.
En el caso de Petro, exalcalde de Bogotá, lucha contracorriente para ser el primer presidente izquierdista de este país de 49 millones de habitantes.
En la primera vuelta obtuvo el 25% de sufragios y para el balotaje recibió la adhesión de un sector del centro que fue tercero en la primera vuelta.
Petro ha dicho que “irá más allá de los acuerdos de desarme, profundizando la paz” con reformas que incluyen desde altos impuestos para los latifundios improductivos, hasta el paso a una economía centrada en la producción agrícola.
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