Duque podrá gobernar Colombia a sus anchas
→ El futuro del pacto de paz, la crisis de Venezuela y el narco son algunos desafíos
BOGOTÁ. AFP.- Con su sólido triunfo del domingo, el presidente electo, Iván Duque, podrá gobernar a sus anchas una Colombia amenazada por el narcotráfico, en tensión con Venezuela y fracturada por un histórico pacto de paz.
Más de diez millones de electores apoyaron el regreso de la derecha conservadora al poder en la figura de este abogado, quien con apenas cuatro años en el Congreso, ascendió en hombros del exmandatario Álvaro Uribe (2002-2010).
A partir del 7 de agosto, cuando asuma el cargo, Duque y su bancada mayoritaria se enfrentarán con varios desafíos tras ocho años de férrea oposición al impopular Nobel de la Paz Juan Manuel Santos.
Pacto de paz. Luego de vencer en la segunda vuelta electoral al exguerrillero Gustavo Petro con el 53,98% de los votos, Duque apuntaló la oferta de corregir, sin hacer “trizas”, el acuerdo que enterró medio siglo de conflicto con la ya disuelta guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Suscrito en el 2016, este pacto permitió el desarme de 7.000 combatientes y ha evitado 3.000 muertes al año, a cambio de que los rebeldes puedan hacer política.
Sin embargo, recibió el rechazo de la mitad de los colombianos en un plebiscito que terminó siendo la semilla del amplio triunfo de la derecha.
Apenas elegido, Duque prometió que hará “correcciones” a lo pactado, sin dar más pistas, aunque en campaña aseguró que buscaría que los jefes rebeldes acusados de delitos atroces paguen un mínimo de cárcel y queden inhabilitados para ejercer como congresistas.
Frente a Venezuela. Opositor del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, Duque pretende liderar la presión internacional contra lo que considera una “dictadura” presidida por un “genocida”.
El presidente electo amenaza con denunciar a Maduro ante la Corte Penal Internacional (CPI) junto a otros Gobiernos y devolver la democracia al país petrolero, con ayuda de la Orgabuena Video: FARC pide a Duque ‘sensatez’ respecto a acuerdo de paz
nización de Estados Americanos (OEA).
Con una frontera de 2.200 kilómetros, Colombia afronta un inédito flujo migratorio de venezolanos que huyen de la crisis económica. En los últimos 16 meses ha llegado más de un millón de personas provenientes de Venezuela.
El reto de la cocaína. El mayor productor mundial de cocaína lidia con un aumento inusitado de los narcocultivos que le valió un fuerte llamado de atención de Estados Unidos, su tradicional aliado y principal mercado de la droga colombiana.
Duque, quien quiere una relación con Donald Trump, ofreció reactivar las fumigaciones antidrogas con un herbicida diferente del glifosato –prohibido por ley–, lo que seguramente le abrirá un frente de tensión con los campesinos.
El mandatario electo, que promete penalizar de nuevo la dosis mínima, admitió el domingo que el crecimiento de las siembras de coca “amenazan la seguridad nacional”.
Sin anticipar una estrategia en concreto, esbozó una política de seguridad para “campos” y “ciudades” que involucra la lucha frontal contra el narco en momentos en que las mafias mexicanas están financiando a los disidentes de las FARC que copan espacios dejados por la exguerrilla en las fronteras con Ecuador y Venezuela.
■