Así festeja Rusia en las gradas
Fanáticos en Estadio San Petersburgo no dejaron de alentar a su equipo ante Egipto
SAN PETERSBURGO. Rusia le ganó 3-1 a Egipto el martes, selló su clasificación y desató la locura entre los aficionados.
Ir a un duelo de Rusia es ver un espectáculo en las gradas; ahí, los del país local arman su fiesta a pura bandera. Todos los seguidores tienen una y comienzan a cantar: “Ru-sia, Rusia, Ru-sia...”.
Cada vez que mencionan una de las sílabas mueven su bandera a la izquierda o la derecha, todos en perfecta coordainación, lo que le da forma a un espectáculo único en las gradas.
Con las anotaciones, comienzan los comentarios. Los voluntarios de FIFA celebran las dianas, se abrazan y se escucha uno que otro comentario en ruso: “Es un milagro”.
Lo cierto es que ni los mismos habitantes de Rusia creían que su equipo podía ganar un partido de la Copa del Mundo... Ya levan dos y quieren ir por más.
Al ruso, como al tico, le gusta la cerveza y eso se evidencia en los basureros llenos de vasos de la bebida; pese a que son coleccionables, nadie se los lleva. Canto rival. Cuando la barra contrincante intenta tomar control del ambiente, los de casa se defienden y gritan hasta anular por completo a sus rivales.
“Egypt, Egypt”, retumbó en el segundo nivel del Estadio San Petersburgo, pero pronto hubo una sonora respuesta: “¡Rusiiia!, ¡Ru-siiia!”.
Con los goles, los egipcios se fueron apagando poco a poco, al tiempo que la algarabía local se convirtió en locura.
Al final, media hora después de que terminara el cotejo, nadie se había retirado del estadio. Todos gritaban el nombre del país, en un alarido de celebración que les salía del corazón.
Para salir del estadio, tuvieron que armarse de paciencia, comprender que solo se podía abandonar el recinto caminando y entre miles de personas. El frío comenzó a aparecer, aunque no se sentía por el ambiente de los rusos en la calle.
Los cánticos hacían vibrar las estructuras por las que pasaba el mar de hinchas, y los carros en tránsito se detenían a observar el caminar de los seguidores y a pitarles para celebrar con ellos. Rusia entera enloquece cada vez que juega su selección; como que olvidaron las reformas sociales que quiere imponer el Gobierno y solo piensan en fútbol.