Bancos toman medidas ante advertencia sobre Alunasa
→ Siete entidades atendieron protocolo de la Sugef ante este tipo de situaciones
Siete entidades financieras implementaron medidas de seguridad ante la alerta emitida por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, el 18 de mayo, sobre un presunto lavado de dinero en la fábrica de productos de aluminio Alunasa en Costa Rica.
Las medidas se implementaron en atención al protocolo que aplica la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) cuando se detectan clientes señalados en listas como la de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), que fue la que emitió la advertencia en este caso.
“La Sugef requiere siempre a las entidades supervisadas verificar si, entre sus clientes, se incluyen personas indicadas en listas como la de OFAC.
”Se les solicita verificar si tienen operaciones activas o pasivas de las personas designadas, o las empresas y personas relacionadas con estas listas, para que informen los resultados obtenidos a esta Superintendencia, así como a la Unidad de Inteligencia Financiera del Instituto Costarricense sobre Drogas”, informó la Superintendencia.
Cada entidad decide cuáles medidas aplicará.
Cuentas cerradas. El Banco Nacional fue uno de los que activó protocolos. La institución decidió cerrar las cuatro cuentas que Alunasa tenía ahí, así como otras dos que estaban inscritas a nombre de Noel Rafael Martínez Valerio, general de División y presidente de Alunasa.
El Nacional, además, tomó la “decisión gerencial” de cesar toda relación comercial con Aluminios Nacionales S. A. (Alunasa), cuya sede está ubicada en Esparza, Puntarenas.
Alunasa es propiedad del Estado venezolano y se dedica a la manufactura de productos de aluminio. La compañía tiene su planta de producción en Esparza, Puntarenas, donde trabajan 277 personas.
Según la investigación conducida por el Departamento del Tesoro, la empresa fue utilizada por el diputado constituyente Diosdado Cabello, hombre fuerte del régimen de Nicolás Maduro, para legitimar dinero proveniente de actividades ilegales, en diciembre del 2016.
EE. UU. sostiene que, para supervisar la operación, Cabello incluso le pidió al Ejército designar Acciones
“CUANDO SE UBICA
UN CLIENTE EN TALES CONDICIONES, SE LES PIDE (A LAS ENTIDADES SUPERVISADAS) COMUNICAR LAS ACCIONES QUE ADOPTARÁN PARA MITIGAR LOS RIESGOS CORRESPONDIENTES DE
’’ LEGITIMACIÓN DE CAPITALES Y FINANCIAMIENTO
DEL TERRORISMO.
Sugef
funcionarios en la compañía que opera en Esparza.
Cuando cerró las cuentas de Alunasa, el Banco Nacional alegó: “El nivel de riesgo ascendió en razón de la siguiente publicación (del Departamento del Tesoro), que vincula a autoridades venezolanas que, en apariencia, han utilizado empresas estatales con la realización de negocios fuera del marco legal, razón por la que el Departamento del Tesoro, por medio de la OFAC, designó bloqueos y sanciones”.
El Nacional le comunicó al presidente de Alunasa que, por esa misma razón, no tramitará más créditos ni a su nombre ni de las empresas que él representa, pero hizo la salvedad de que esta decisión no exime a la compañía venezolana de seguir pagando los créditos que tiene activos con el Banco.
La empresa mantiene una deuda con el Banco Nacional por una línea de crédito revolutiva otorgada en el 2015, la cual permitía a la compañía endeudarse hasta por $2,5 millones. Otros bancos. En entrevista con La Nación, Carlos Peña, asesor jurídico de Alunasa, dijo que el Banco BAC San José y Credomatic de Costa Rica también les cerraron las cuentas a él y a otros cinco empleados venezolanos destacados en Alunasa.
Por motivos de confidencialidad, la Sugef no reveló el detalle de las demás entidades que activaron planes.
Casa Presidencial, por su parte, descartó acceder a la solicitud de apoyo que le hizo la empresa, la cual pretendía que Zapote le ayudara a gestionar la reapertura de las cuentas.
De acuerdo con Rodolfo Piza, ministro de la Presidencia, el Gobierno se limitará a buscar medidas paliativas para asistir a los empleados de Alunasa, quienes tienen varias semanas de no recibir su salario.
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