Caja les colocó válvula cardíaca riesgosa, pero no les informó
Hijo de paciente fallecido descubrió en Google fallas del dispositivo
‘La marca Bjork-Shiley nunca salió de mi cabeza tras la muerte de mi padre, en 1983. En el 2014, por curiosidad, puse esa marca en el buscador y me apareció todo. HIJO DE P ACIENTE FALLECIDO WAINER CASTILLO
Xenia Castro Quesada, vecina de Esparza, Puntarenas, vive con una válvula cardíaca “potencialmente mortal” que hace 30 años mató a 300 personas alrededor del mundo porque estaba defectuosa.
Castro forma parte de un grupo de pacientes a quienes colocaron ese dispositivo en el Hospital México durante la década de 1980, sin ser informados sobre la existencia de una alerta internacional que señalaba que el dispositivo colocado tenía problemas de fábrica.
Según una investigación de la Defensoría de los Habitantes, revelada este jueves en conferencia de prensa, luego del aviso sobre el desperfecto, las autoridades estaban obligadas a ubicar a los pacientes y evaluarlos para un posible cambio del mecanismo. Sin embargo, esto nunca ocurrió.
El órgano defensor calcula que, en el país, a 73 personas se les pudo colocar esa válvula, de la marca Shiley, Inc., una subsidiaria de Pfizer, Inc. De esos, se estima que 22 personas siguen con vida y el resto falleció.
Pesquisa. La investigación del caso empezó en el 2015, cuando la Defensoría recibió la denuncia de Wainer Castillo, hijo de Franklin Castillo Alvarado, un hombre que murió en 1983, 16 días después de recibir el dispositivo. Él perdió la vida a los 39 años de edad.R NOTA APARTE
Luego, en el 2017, recibió siete denuncias más de familiares de pacientes fallecidos y cuatro de personas vivas.
“Estados Unidos comunicó, el 30 de noviembre de 1990, a la oficina en el país de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que la válvula era defectuosa y potencialmente mortal.
”La OPS se lo comunicó a la Caja el 7 de enero de 1991, pero la Caja hizo caso omiso a la información”, mencionó Tatiana Mora, directora de Calidad de Vida de la Defensoría.
El comunicado de la OPS le recomendó a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), en esos años, que les comunicara la situación a los pacientes involucrados y que les sustituyera el dispositivo, además de Bowling v. Pfizer. Inc. 922 Supp. 1261 S. D. Ohio 1996 se resolvió en contra de la compañía fabricante. A la firma se le impusieron distintos tipos de indemnizaciones, como la creación de un fondo económico para cubrir casos por muerte, lesión y daño físico y moral.
También se estableció un panel para la atención de casos ocurridos fuera de Estados Unidos. Otros países, como España, cumplieron con las recomendaciones internacionales. El Ministerio de Sanidad y Consumo creó, desde 1989, una comisión especial de seguimiento de los 168 enfermos que, entre 1980 y 1983, recibieron la válvula. crear un registro de pacientes para darles seguimiento.
La institución “hizo caso omiso”, reiteró Mora.
Ante la falta de información de la Caja a los pacientes, estos nunca tuvieron la oportunidad de recibir un control médico especializado y, además, no pudieron recibir parte del fondo de compensación de la farmacéutica Pfizer, Inc., que se abrió en 1992 y se cerró en el 2009.
“La respuesta de la Caja, a las consultas de la Defensoría, fue que no tenía información del caso, que los archivos son viejos, hasta dijo que se quemaron en un incendio del Hospital México”, explicó Mora.
Descargo. Avanzada la tarde de ayer, la Caja rechazó que las válvulas presentaran complicaciones. La institución informó, en un comunicado, de que una comisión investigadora del Hospital México determinó que los porcentajes de mortalidad de pacientes a quienes se les colocaron estas válvulas “no dan muestra de colocaciones valvulares defectuosas”.
“El centro médico implantó a 73 pacientes prótesis valvular cóncavo convexa de tres tipos: mitrales, aórticos y mitro-aórticos. A 31 se les colocó la válvula aórtica, con un 81% de sobrevida entre uno y 35 años después del procedimiento”, explicó Floribeth Solano, jefa de Registros Médicos, integrante de la comisión investigadora.
La institución añadió que las muertes están relacionadas con otras patologías. Respecto a la alerta que menciona la Defensoría, la Caja aclara que solo se cuenta con un documento que fue remitido a la oficina de la OPS en Costa Rica, del 30 de noviembre de 1990, en el que hace referencia a la situación existente con dichos dispositivos.
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